Durante los últimos años la barriada de La Liberación había sido noticia por las inundaciones que dieron la vuelta a España o por ser el barrio en el que se crió el futbolista Dani Güiza. Sin embargo, ayer le tocó ser protagonista obligada en la crónica de sucesos después de que sus vecinos desayunaran con la brutal agresión que sufrió Isabel M. G, de 61 años, a la que su marido, José M. L. le asestó presuntamente seis puñaladas en el torax en el interior de su vivienda, una casa de dos plantas en el número 40, en la que llevaban viviendo más de 30 años.


Acto seguido, el supuesto agresor se quitaba la vida precipitándose desde la ventana de las zonas comunes de una quinta planta en los pisos de Santo Tomás de Aquino, inmueble en el que vivía uno de los cuatro hijos de la pareja.


Según relataron los vecinos, Isabel había pasado la tarde en Área Sur celebrando el cumpleaños de uno de sus nietos y fue de regreso a su domicilio cuando se produjeron los hechos.
Eran poco más de las once de la noche y la hija de 13 años de Luisa, su vecina de puerta con puerta, que estaba en la planta de arriba de su casa, oyó de repente un “ruido raro” y “porrazos”.

Rápidamente, avisó a su hermano de 19. Como relató ayer su madre, éste último salió a la calle “en calzoncillos y descalzo porque se iba a acostar”, y se encontró con la víctima “a gatas” y “arrastrándose” gritando auxilio. Su esposo seguía agrediéndola.  


El estado en el que estaba Isabel, “llena de sangre”, al igual que la cocina, donde se produjeron los hechos y la fachada de la casa en la que se apoyó Isabel era “escandaloso”. Tras gritarle, el presunto agresor “salió corriendo empapado en sangre”. “Si no la hubiera matado, porque este hombre se ha debido de volver loco. Tendría que haberse tirado del piso antes de hacer lo que hizo”, comentaban ayer  las vecinas en corrillo.

Según el SAS, su estado es “estable dentro de la gravedad” y permanece en la UCI del Hospital tras ser intervenida. En su barrio creen que “saldrá de esta”. Tras ser ayudada por su vecina, era trasladada por la ambulancia. Iba consciente. Luisa no olvidará “en la vida” lo que vio y lo que le dijo: “Ha sido mi marido. Llama a mis hijos”.

“Ella se quería separar. La casa estaba en venta”

“Mi hijo le ha salvado la vida porque lo que este hombre quería era cargársela”, relató ayer Luisa, la que ha sido vecina de este matrimonio en los últimos 11 años. Ni ella ni sus dos hijos pudieron pegar ojo esa noche. “Mi hija ha estado con 39 de fiebre y no hemos podido dormir por la impresión”. En la barriada, aunque aseguran que Isabel y su marido era “de pocas amistades”, siempre vieron a esta pareja como un matrimonio aparentemente “normal”.
No obstante, otros residentes señalaron que la mujer “se quería separar” y había recibido “varias amenazas”, lo cual estaría relacionado con el hecho de que la casa estuviera en venta. De hecho, indican que tras levantar el teléfono uno de sus hijos preguntó “¿qué le ha hecho mi padre a mi madre?”.