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Fundación Caballero Bonald celebra un premio que esperaba desde su creación

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La Fundación Caballero Bonald, que alberga 8.000 libros donados por el escritor en un edificio construido sobre el espacio que ocupó su casa natal en Jerez de la Frontera (Cádiz), celebra hoy la concesión del Premio Cervantes a su presidente porque "desde que se fundó esta casa, en 1998, lo estamos esperando".

Así lo ha explicado a EFE Josefa Parra, coordinadora de una fundación que está dedicada a la custodia y difusión del legado de José Manuel Caballero Bonald y de los escritores de su generación, y a promover todo tipo de iniciativas alrededor de las letras, desde talleres, lecturas, presentaciones de libros, investigaciones a congresos literarios.

Josefa Parra ha contado a Efe que casi desde que se constituyó la fundación cada año esperaban que Caballero Bonald recibiera el Cervantes porque "desde hacía años aparecía en las quinielas en un lugar destacado" y a él "le hacía mucha ilusión" porque "es el premio que cualquier escritor español desea".

Después de tantos "chascos", justo este año en la fundación no estaban expectantes ante la resolución del jurado, que finalmente ha concedido el premio a Caballero Bonald. "Era el año que menos lo esperábamos", ha dicho Josefa Parra.

La Fundación Caballero Bonald fue una idea impulsada por el Ayuntamiento de Jerez, a la que se sumaron todas las instituciones, desde la Diputación de Cádiz a la Junta de Andalucía o el Ministerio de Cultura.

Alberga unos 8.0000 libros que el escritor, que tiene otros 15.000 volúmenes en sus casas de Madrid y Sanlúcar de Barrameda, donó a su fundación, en su mayoría primeras ediciones de sus obras y obras de contemporáneos con las firmas y dedicatorias de sus autores.

En su fundación están "a disposición de cualquiera", especialmente de los investigadores volcados en la generación del 50.

Según Josefa Parra, Caballero Bonald "está feliz" con su fundación, pero, más que por la conservación de su legado, porque se ha convertido en "una especie de casa de la cultura viva" en Jerez de la Frontera, desde la que, entre otras cosas, se edita la revista "Campo de Agramante".

Allí le esperan para celebrar el premio "seguro que con un copa de Jerez o de manzanilla de Sanlúcar, que a él le gusta mucho", añade Parra.

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