La Unión de Consumidores de Andalucía (UCA) ha solicitado más control por parte de las administraciones públicas por la posible venta de petardos en establecimientos no autorizados para la realización de este tipo de artículos. Tras la experiencia de la pasada noche de Halloween, desde esta entidad apremian a las administraciones con competencia en la materia a extremar la vigilancia de cara a que en las próximas Navidades se logre erradicar este tipo de actividad no autorizada que supone un peligro para los menores de edad que manipulan estos artículos y una circunstancia molesta para los vecinos que padecen los ruidos causados por la explosión de estos.
No en vano, las consecuencias de la manipulación gratuita e irresponsable de los cohetes toca y muy de cerca a la barriada rural de Los Albarizones, y en concreto a la familia de Rocío Vázquez. Recientemente, la joven que perdió un ojo al estallarle un artefacto en la cara, relató su testimonio ante un juez en un juicio que finalizó sin culpables después de cinco años de espera y con la impotencia que ello supone para esta chica y sus allegados.
El caso de Rocío Vázquez
Ella no era menor de edad, pero no superaba la veintena, y la explosión del cohete cambió su vida de un día para otro, dejándole una minusvalía de más del 40%. Además, desde la Unión de Consumidores piden también un control más exhaustivo en canales de venta novedosos como internet. Entre otros requisitos, no hay que perder de vista que los artículos pirotécnicos que se vayan a vender o poner a disposición del público estarán etiquetados de manera visible, figurando el nombre y dirección del fabricante o importador, el nombre y tipo del artículo, la categoría correspondiente y las instrucciones para su correcto uso. Si no se dispone de espacio suficiente, dicha información irá en el envase.