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Jerez

Cuando la Nochebuena se ‘celebra’ en el puesto de trabajo

“En Nochebuena hay más avisos por riñas familiares tras salir viejas rencillas que broncas en la calle", apuntan desde el 092

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  • Policías locales patrullando el centro en Navidad -

La Navidad es tiempo de reuniones familiares, de reencuentros, de celebraciones con los seres queridos, especialmente en la cena de Nochebuena, el almuerzo de Navidad y en la última del año, aunque esta sea la que da más opciones a la dispersión y los viajes. La de esta noche suele ser sagrada, menos cuando el deber te llama, como le ocurre a los funcionarios de los servicios públicos de salud, seguridad, personal de hotel, hostelería y empleados del mundo de la noche. En Viva Jerez hemos recopilado testimonios de jerezanos que desde hace tiempo, la mayoría, tiene cerrado su plan estas fechas especiales y no precisamente para estar con los suyos.

Alba trabaja como recepcionista en un hotel del centro de Jerez y en unas horas tiene turno de noche. Es la segunda vez que le toca trabajar en Nochebuena y aunque preferiría estar con su gente “al final te conciencias de que es un día normal”. “Como entro a las diez de la noche no ceno con mi familia, sino sola un poco antes y me voy a trabajar”. La noche es más llevadera “cuando hay clientes, porque te entretienes”, pero “tampoco nos podemos quejar porque al fin y al cabo es nuestra profesión. No nos queda otra”, señala. Un agente de Policía lo es las 24 horas del día, esté o no de servicio, por eso los que tengan turno de noche van a estar irremediablemente en la calle velando por la seguridad de los demás. En este caso, aunque reservamos su identidad, hablamos con un agente de la Policía Local de Jerez, que lleva 20 años en el cuerpo y le toca trabajar esta Nochevieja.

¿Cuál es la dinámica en el 092?“Tenemos turnos en los que trabajamos el 24 o el 25, o 31 o el día 1, salvo que cojas vacaciones o cambies el turno. Como vamos rotando, un año de mañana, otro de noche...con lo que la noche te va a tocar cada tres o cuatro años. Entramos a las once y salimos a las siete de la mañana. Cenamos con la familia tempranito y una vez que nos incorporamos no ponemos en la calle”, explica el agente.

Mentalizados

En Nochevieja, si no surge una urgencia, accidente u operativo de vigilancia importante, intentan reunirse con los compañeros en la Jefatura del 092 a las doce menos cuarto de la noche para tomarse juntos las uvas y unos aperitivos, siempre con la emisora activa por si hubiera algo importante. El Sindicato Independiente de la Policía Local (SIP) es el que se encarga de proporcionar tanto a afiliados como a no afiliados las uvas y unas bandejas con entrantes y dulces para tener un detalle en esa jornada tan señalada.

“La noche de Navidad normalmente es la de menos gente en la calle pero más problemas familiares, reyertas familiares y gente que no se ven durante todo el año y acaban teniendo rencillas; en año nuevo al haber más gente que sale a la calle, hay más broncas. Son dos noches muy distintas”, detalla.

En los centros penitenciarios tanto la de hoy como la de Nochevieja son noches complicadas. Los internos disfrutan de una cena especial pero los funcionarios de prisiones, en cambio, tienen que estar  más pendientes que nunca. Roberto  es jerezano y trabaja en Puerto III. Esta noche le toca turno por primera vez en estas dependencias y ya está avisado de que trabajo no le va a faltar. Su turno empieza a las nueve y media de la noche. Una vez allí lo primero es hacer recuento. “Es un recuento un poco especial, mas conflictivo de lo habitual porque estas fecha son malas generalmente, tenemos que prestar especial atención tanto en recuentos como en rondas nocturnas que son cada hora, a los PPS, (Prevención de Suicidios) e internos en general porque en esta época se suelen producir muchas sobredosis y otros incidentes. Hay que tener mucho cuidado”, apunta.

Tampoco tienen tiempo para hacer una cena algo más especial, aunque sea con interrupciones. “Cenamos cada uno lo que nos traigamos de casa;  no podemos reunirnos ni hacer nada fuera de lo normal. Cada uno en su estará en su módulo, comeré con el compañero y a las siete y media llegará el relevo y ya desayunaremos juntos y podemos irnos a descansar. Ya al mediodía podremos comer con la familia”.

“El trabajo no se negocia”

Inés es enfermera y después de 14 años trabajando, la próxima Nochevieja será la primera que le toque estar en el turno de noche (de 20.00 a 08.00 horas) en un hospital de Sevilla. “Hasta ahora me habían tocado turnos de mañana y tarde y he podido llegar a la cena. Este año en la planta que estoy, somos cuatro compañeros que cada uno llevará algún plato para compartir y hacer la noche más especial y por supuesto las uvas, que las tomaremos a las doce si la situación de nuestros pacientes nos lo permite”.“Nadie se acostumbra a estar lejos de tu familia en una noche así, pero cuando eliges está profesión debes ser consciente de que es un servicio que se presta los 365 días del año y las 24 horas del día, pierdes muchos momentos con tu familia pero también te recompensa trabajar en lo que te gusta y para lo que te has formado”, añade.

En el mundo de la noche tampoco se para, especialmente en Nochevieja. Agustín está contratado los fines de semana en un pubs y lleva ocho años dando la bienvenida  al año detrás de una barra. Entra a trabajar cuando se toma las uvas “casi sin tiempo de brindar” y sale sobre las siete. “Es una fecha para pasar en familia, pero suele ser el día que menos horas trabaje y mejor se paga. El trabajo no se negocia”, concluye.

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