Javier Álvarez ha presentado su dimisión como coordinador local de Ciudadanos Jerez, un cargo al que accedió el pasado mes de septiembre tras un largo periodo en el que el partido estuvo en manos de una gestora.
De este modo se abre una nueva crisis en el seno de la formación naranja, esta vez en puertas de la celebración del congreso extraordinario que este mes de marzo acabará con el periodo de interinidad propiciado por la salida de Albert Rivera tras las pasadas elecciones generales.
Álvarez ha remitido un escrito a la militancia en la que expone los argumentos que le han llevado a adoptar esta determinación.
De entrada, admite que el partido no merece “un coordinador tan ingenuo” como él, que entró en política “hace unos años con una mochila cargada de ilusión” y pensando que este partido, “entonces fresco y renovador, era diferente y mejor que los otros”. “Me voy con la mochila vacía, pero creo que con la misma dignidad”, añade.
Según Álvarez, “la política tiene la extraña cualidad de atraer a lo mejor y a lo peor de la sociedad, pero normalmente termina expulsando lo primero”.
De todos estos años se queda “con las cosas buenas, que las ha habido”, con “la gente magnífica” que ha conocido, pero no oculta que deja atrás “decepciones y engaños”, así como momentos en los que se sintió “utilizado más de una vez por personas” en las que alguna vez creyó.
En su escrito, Javier Álvarez pide “humildemente perdón” a los compañeros de la agrupación a quienes ha podido decepcionar, incidiendo con los miembros de su junta directiva, “el mejor equipo” que pudo “imaginar”.
Aunque no hace referencia a este asunto, a nadie escapa que la decisión adoptada por el coordinador local de Ciudadanos guarda relación con el proceso de elección de compromisarios de cara a ese próximo congreso, que en algunos foros del propio partido entienden está siendo dirigido por la corriente más oficialista de la formación.
