Quince profesionales sanitarios de la UCI del Hospital de Jerez han dado positivo en coronavirus en los últimos tres días en un brote registrado en esta unidad y han sido puestos en cuarentena junto a los compañeros del turno con los que han tenido un contacto estrecho.
Según han confirmado a este medio fuentes hospitalarias, en estos días el personal de la UCI se está sometiendo a test antígenos, ante la insistencia y la iniciativa de los propios profesionales afectados, al empezar a presentar síntomas. “Hemos tenido que meter presión porque Medicina Preventiva se ha lavado las manos, hemos sido nosotros los que hemos insistido para que nos hagan los test”. Unas pruebas de las que están saliendo “un número alto de positivos”, denuncian. Los afectados son en su mayoría enfermeros, aunque también hay auxiliares, celadores y dos médicos.
La incidencia de un brote en una unidad en la que trabajan 70 profesionales, a los que hay que sumar aproximadamente unos 50 de refuerzo, tiene unas connotaciones mucho más graves y especiales que en otro servicio del centro hospitalario, dado que el personal de la UCI requiere una formación específica y un protocolo especial a la hora de atender a los pacientes, poner los respiradores y enfundarse el EPI, además de manejar unas máquinas con una tecnología muy específica. Esto explica que las bajas por contagios o contacto estrecho supongan una merma importante a la hora de desarrollar una labor que no puede suplir cualquiera. Una queja que ha expresado la plantilla en las últimas horas, tras alertar de la “falta de previsión” de la gerencia del Hospital al no contar con personal suficiente preparado que supla las bajas de estos profesionales sanitarios.
La sección sindical de CSIF se hizo eco ayer de esta denuncia y del malestar de los profesionales de esta unidad, que han visto como el SAS deriva a Urgencias como refuerzo a personal contratado que ya trabajó en la UCI en la primera ola y cuentan con experiencia para estar y apoyar al equipo de la UCI.