El órgano de la iglesia del Divino Salvador de Sevilla volvió a sonar este jueves en un acto simbólico presidido por el arzobispo hispalense, monseñor José Ángel Saiz Meneses, con motivo de la finalización de su restauración. El evento incluyó una presentación del organero Óscar Laguna, responsable de los trabajos, y una interpretación musical del organista de la Catedral, Pedro Luengo, que ejecutó la Sonata en re menor de Domenico Scarlatti.
La restauración del instrumento, iniciada en 2019, ha requerido una intervención compleja dividida en varias fases, interrumpidas temporalmente por la pandemia. Durante este proceso se han abordado desde la reconstrucción de elementos mecánicos y estructurales —como fuelles, portavientos, teclados y tubería— hasta la restauración estética del mueble, plafones y cierres, además de su afinación final.
El órgano, con más de 2.500 piezas, fue desmontado en 2003 y almacenado por la empresa Gerard Grenzing en San Jerónimo, donde sufrió los efectos del paso del tiempo y la humedad. Su reinstalación quedó pendiente tras la restauración del templo en 2008, debido a un presupuesto entonces inasumible de más de 350.000 euros.
Desde entonces, el Cabildo Catedralicio, responsable de la iglesia, ha mantenido como prioridad la recuperación del instrumento, considerado pieza clave del patrimonio musical y litúrgico de la ciudad.