La Hermandad del Rocío de San Juan de Aznalfarache ha comenzado su camino hacia la aldea del Rocío con una salida marcada por la emoción, la alegría y una intensa participación del pueblo. Desde la Misa de Romeros, la colocación del Simpecado en la carreta y su recorrido por las calles de San Juan, los romeros han estado acompañados por vecinos, devotos, autoridades y los sones de un coro que no ha dejado de cantar a la Virgen.
La salida de la Hermandad se realizó este martes por la tarde, una decisión que se mantiene desde hace algunos años, como recordó el Hermano Mayor, Juan Puerta: “Hace unos años decidimos cambiar. En lugar de salir miércoles por la mañana, salimos el martes por la tarde. Por la mañana, cuando dábamos la vuelta al pueblo y nos metíamos en dirección a La Juliana, eso era entero. Y el Hermano Mayor Javier Álvarez nos cambió a martes y fue un resultado muy bueno, porque vamos muy frescos, descansamos. Estamos en Mairena tranquilos y mañana nos acompañan los hermanos y nos vamos para Narcasa”.
Durante su recorrido, los hermanos vivieron momentos muy emotivos, como el paso por las calles adornadas con papelillos, una iniciativa impulsada por los más jóvenes de la Hermandad. “Este año los niños adornan las calles con sus papelillos, los grupos jóvenes… Estamos todos muy contentos”, expresó Puerta, emocionado al ver la implicación de todas las generaciones.
La Hermandad fue despedida por una multitud de vecinos que abarrotaron las calles. “Aquí todos los años esto se llena de hermanos, de no hermanos, los vecinos del pueblo… y nos acompañan hasta Mairena”, explicó el Hermano Mayor, destacando la gran participación popular.
Uno de los momentos clave se vivió en el Ayuntamiento de San Juan, donde la alcaldesa María Luisa Moya recibió a la Hermandad en nombre de toda la corporación municipal y realizó una ofrenda floral al Simpecado. La regidora también hizo entrega del bastón de mando con el que tomó posesión como alcaldesa, en señal de respeto y vinculación institucional con la Hermandad. Desde allí, el Simpecado fue escoltado por los muelleros hasta la puerta principal, en un acto cargado de solemnidad.
Los romeros vivieron también instantes de profundo recogimiento ante la patrona del pueblo, la Virgen de la Paz, a la que se le rezó y se le rindió homenaje antes de continuar el camino.
Sobre la emoción del momento, Juan Puerta confesó: “Llevamos todo el año pensando en esto, en trabajar mucho y tenemos que disfrutar este día, que es muy grande”. A pesar de la responsabilidad que conlleva su cargo, aseguró que se puede disfrutar: “Se disfruta, entre comillas. Tiene su responsabilidad, pero hay que aprovechar estos ratos, disfrutar con tu familia, con los amigos, los hermanos y todo el pueblo”.
Para el Hermano Mayor, uno de los momentos más importantes del camino es precisamente el inicio: “Lo más fuerte es cuando salimos de la iglesia y le doy a los arcas de la carreta el Simpecado. Eso ya sabes que empieza el camino”.
Al ser preguntado por sus deseos para este Rocío, Juan Puerta lo tuvo claro: “Mucha salud y que todos los que estén enfermos estén lo mejor posible. Y que si este año no han podido, para el año que viene los esperamos aquí con ellos”.
Más de 500 personas forman parte de esta peregrinación sanjuanera que, tras su primera noche en Mairena del Aljarafe, continuará su recorrido hacia la aldea almonteña, llevando consigo la devoción de un pueblo entero.
