La Hermandad del Rocío de Bormujos ya ha iniciado una nueva peregrinación hacia la aldea del Rocío, en un año especialmente significativo para la corporación. En 2025 se cumplen cincuenta años desde que la hermandad realizara por primera vez el camino de manera oficial, y esa cifra redonda ha llenado de emoción cada paso dado en los preparativos.
Uno de los momentos más especiales de la jornada ha tenido lugar en la tradicional visita a las personas mayores del municipio. La Hermana Mayor, Ana María Cabello, no ha ocultado la emoción de este instante. “Muy emocionante. Siempre venimos a despedirnos de los mayores. Siempre nos está esperando”, ha explicado con la voz cargada de sentimiento. “Es un momento súper especial. Estamos esperando venir aquí detrás de las Dominicas. Para ellos también lo es. Es una alegría”, ha añadido, subrayando la importancia simbólica de este acto para la hermandad.
La jornada ha comenzado con intensidad y no sin cierto nerviosismo. “La verdad es que hoy es un día muy intenso. Vamos un poco nerviosos, porque es el primer día. Tenemos mucho que recorrer. Llegaremos tarde a la parada. Allí todo se tranquiliza mucho más. Allí rezamos el Rosario y ya mañana vamos más tranquilos porque es camino”, ha señalado Ana María Cabello. A pesar de la emoción, ha reconocido que “hoy es un día muy emotivo, por los que se quedan, pero incómodo porque es todo por carretera”.
El pensamiento de los romeros está con los que no pueden acompañarlos físicamente en esta edición tan especial. “Pensamos mucho en los que no pueden y en los que no están, por eso queremos aprovecharlo”, ha afirmado la Hermana Mayor, visiblemente conmovida.
Una vez finalizada esta primera etapa, la Hermandad de Bormujos pasará la noche en la Hacienda de Lopa. “Cruzamos el tema. Sesteamos en una dehesa y después por la tarde emprendemos el camino para Palacio. Hacemos noche en Palacio y el viernes muy temprano vamos para el Rocío. Yo creo que en torno a las 12:30 o una estaremos en el Rocío”, ha detallado Cabello.
Con el sentimiento a flor de piel, la Hermandad del Rocío de Bormujos arranca su camino más simbólico, con la memoria puesta en sus raíces, en quienes no están y en la esperanza de que, un año más, la Virgen del Rocío los reciba en su casa.
