El historiador Juan Pedro Recio profundizó en el último programa de La Pasión en cómo afectaron los destrozos de la Guerra Civil a la configuración de la Semana Santa en Sevilla. Según explicó, “la Semana Santa donde se inicia la reconstrucción” fue la de 1936, con templos quemados y hermandades obligadas a reorganizarse desde la base.
Algunas corporaciones jamás volvieron a sus sedes originales. “La Sagrada Cena se marcha de un salto y ya nunca vuelve”, afirmó Recio, mientras que otras, como la Piedad de Santa Marina, cambiaron de templo incluso dentro de la misma calle San Luis. La Hiniesta, por su parte, sufrió el incendio de San Julián en 1932, y de San Marcos en 1936, lo que la obligó a salir desde lugares como San Martín, Los Terceros o incluso el Archivo de Protocolo, hasta regresar a su templo en 1946.
El historiador destacó que incluso se procedió a la resacralización de la iglesia de San Luis para albergar a la Hiniesta y a la Hermandad del Rosario de San Marcos, cuya titular mariana es hoy la Virgen del Rosario de San Julián. La cofradía de San Roque, recordó Recio, llegó a salir desde San Ildefonso con una imagen nueva de Manuel Vergara Herrera, pues la antigua Virgen había desaparecido en el incendio. “Salió el Lunes Santo porque el Domingo de Ramos llovió, y los nazarenos llevaban túnicas prestadas de la Hermandad de San Bernardo”, apuntó. “Imagínate un hermano de San Roque que llega allí y ve que no es ni su Virgen, ni su iglesia, ni su barrio, ni su día, ni su túnica”, añadió.
Uno de los gestos más destacados fue el de la Hermandad de la Hiniesta, que prestó los pasos que aún conservaba a la Hermandad de Montesión, que finalmente pudo salir desde su capilla. Recio concluyó subrayando que “la generosidad de la Hiniesta fue increíble”, en un momento en el que la solidaridad entre hermandades permitió mantener viva la Semana Santa sevillana pese a la adversidad.
Vuelve a ver la entrevista completa en el último programa de La Pasión.