El Santander elevó sus ganancias a 8.943 millones de euros en 2009, el peor año de la crisis. Buen botín para el señor Botín, quien presa de un lógico estado de euforia rindió tributo público a José Luis Rodríguez Zapatero al respaldar las medidas anunciadas para relanzar la economía española y salir al paso de los que equiparan a España con Grecia y Portugal. Ha dicho Botín que eso es como comparar al Madrid con el Alcoyano -menos mal que no dijo Alcorcón-, con lo cual uno no sabe si realmente se refería a las economías griega y portuguesa o a sus selecciones nacionales de fútbol, que, por supuesto, no pueden compararse con la española.
No ha sido el único homenaje con el que ZP ha intentado tapar las vergüenzas de su política económica a lo largo de esta semana. El segundo ha llegado en forma de retrato, junto a Obama. Porque el presidente ha ido a Washington a retratarse, no a cantarle las cuarenta a los congresistas, como hacían los personajes de Frank Capra.
Además, para el viaje se llevó a una serie de elegidos -de uno y otro bando- en busca de homenajes postreros, como el que le dedicaba ayer El Mundo en forma de editorial, que para eso iba Pedro J. en la comitiva. El caso es que entre homenaje va y homenaje viene, la tasa de desempleo en nuestro país se ha situado a niveles de mitad de la década de los noventa.
Por aquellas fechas, uno de sus antecesores en el cargo, Felipe González, también se codeaba con uno de los antecesores de Obama, Bill Clinton, sólo que en aquel caso el homenaje le llegó desde Cádiz y en forma de pasodoble, el de Los titis de Cai de Selu García Cossío: “... Bueno, ya se acabó. Lo que te he dicho es mentira to, no te puedo ni ver. Te tengo aquí atravesao, a Dios le pido que un día te veas parao tú también, tu mujer tenga trillizos y los tres sean del PP”. Dieciséis carnavales más tarde, con la misma tasa de desempleo que entonces y muchos parados más, la copla del Selu es el mejor colofón a su semana de homenajes.