Jordi Vilches es un joven actor catalán que se dio a conocer en 2000 con Krampack. Tiene un rostro peculiar y desborda cierta naturalidad en algunos de los personajes que ha interpretado, aunque últimamente no ha acertado mucho con las películas en las que ha participado. El martes estaba en Málaga para presentar su última película. Al terminar la proyección no pudo reprimirse y se sinceró abiertamente con los periodistas que le preguntaron sobre el filme: “Vaya película de mierda”, dijo, “y encima ni he cobrado”, recalcó. Por lo visto, es verdad, es mala, con avaricia, y acostumbrados como estamos a que cualquier actor o actriz te cuente en las entrevistas promocionales y en los making of que el director es el mejor con el que ha trabajado hasta ahora, o que nunca había disfrutado tanto con el personaje, resulta un alivio que alguien del cine español nos advierta, porque, a veces, con tan buen cine como hacemos, no tenemos claro cuál elegir.