Cuando Robert Redford propuso a Demi Moore pagarle un millón de dólares por pasar una noche juntos, media América -la de la moral que censura el pecho semidesnudo de Janet Jackson, pero no mueve un dedo en contra de las muertes en Irak- puso el grito en el cielo... y eso que se trataba de una historia de ficción. De ahí que cuando la realidad ha sido capaz de igualar y superar a la ficción, los medios sensacionalistas no hayan parado de dar titulares en busca del escándalo o del debate público ante cuestiones estrictamente privadas. Todo porque, dicen, el futbolista Cristiano Ronaldo ha terminado pagando 10 millones de dólares a una chica con la que pasó una noche y a la que dejó embarazada. La cuestión, en todo caso, no es el nombre de la chica, su profesión, su familia, ni el pequeño al que ha dado a luz, ni siquiera el dinero. La cuestión es que tantos niños y jóvenes que tienen en CR9 a su ídolo vean en su historia otro modelo imitable.