El cura no va a la iglesia (de Santiago)

Publicado: 22/12/2012
Me pregunto, ahora que no hay dinero para casi nada ¿cuántas iglesias de Santiago y cuántas viviendas de La Asunción podrían haberse rehabilitado en toda Andalucía con el dinero de los ERE que tomó rumbo equivocado?
El cura no va a la iglesia, dice la niña por qué, porque la Junta no pone lo que tiene que poner. Los dineros y la empresa pa Santiago terminar, ora pro nobis, kirie leison, Santa María Madre de Dios.

Así, por villancicos, al calor de una candela, al humo de la sartén con los buñuelos, bajo el manto helado de la noche y en mitad del bullicio necesitado de lo auténtico; así le podía seguir cantando la voz antigua del barrio a quien tiene que decidir, según qué orden de prioridades, sobre la culminación de las obras de rehabilitación de uno de los templos más emblemáticos del Jerez turístico y devocional. Ora pro nobis, kirie leison, Santa María Madre de Dios.

Porque el cura de Santiago no va a la iglesia porque le falten los zapatos gurripatos, con su hebilla y su tacón, ni la sotana larga y fina, ni la camisa larga y lisa, ni el bonete saca y mete. El cura, sencillamente, no va a la iglesia porque no le dejan entrar, y si lo hace es para correr a gorrazos a los que no les queda otra cosa que arriesgarse a rebuscar entre los restos del naufragio en que se ha convertido, tras casi tres años de abandono, la Iglesia de Santiago. Ora pro nobis, kirie leison, Santa María Madre de Dios.

El cura no va a la iglesia, va al Ayuntamiento, va a la Junta, y sigue a la espera que te espera, sin perder la fe –eso siempre- en los que viven de sus promesas, aunque no las cumplan, colmados de paciencia –que rima con penitencia-, pero conscientes de que aquí no queda otra que el perdonarlos porque no saben lo que hacen. Ora pro nobis, kirie leison, Santa María Madre de Dios.
El cura sí fue a la iglesia, dice la niña por qué, porque iban para afuera una reja y un quinqué… sigue el villancico actualizado, a ver si con este afán zambombero, que algunos han llevado este año al ridículo, despierta el interés de quienes desde la distancia se desviven por las manifestaciones populares, con tal de que suenen guitarra, caja, carrizo y pandereta. Ya saben como sigue: Ora pro nobis, kirie leison, Santa María Madre de Dios.

Lo curioso es que la recurrencia a Santiago se produzca en este momento, en el preludio de la Nochebuena, con su gente cantándole al niño Manué, a la Mare de Dios, cobijados ahora en el exilio de otros lugares santos, mientras los muros de piedra de su templo acumulan polvo y olvido por parte de quienes asumieron en su día el compromiso de rehabilitación y que llevan un tiempo mirando hacia otro lado cada vez que pasan por Jerez. Tampoco hay que extrañarse. Eso de mirar para otro lado se ha instalado en el ámbito de lo público desde hace tiempo y le ha venido muy bien a los que jugaban, por ejemplo, con los fondos de los ERE. Por cierto, ¿cuántas iglesias de Santiago y cuántas viviendas de La Asunción podrían haberse rehabilitado en Andalucía con el dinero de los ERE que tomó rumbo equivocado? Ora pro nobis, kirie leison, Santa María Madre de Dios.

Pero, insisto, lo curioso es que la preocupación resurja ahora, con los ecos de la festiva Navidad, con sus villancicos y sus fantasmas dickensianos, con sus glorias al recién nacido y sueños de buena voluntad, porque es como si reviviéramos el recuerdo de George Bailey, pero a la inversa. Quiero decir: si esto fuera Qué bello es vivir, el aspecto de Santiago es el que se encontraría el protagonista por haber abandonado su compromiso con los demás, sin que coincidiera con el que tiene en realidad. Lo que nos lleva a concluir que algo ha fallado en el camino. Y, es verdad, ya sabemos exactamente lo que falló: la empresa se fue al garete, vino la crisis y la Junta se quedó sin fondos y sin interesados para rematar las obras. Pero ahora resulta que es algo que tenemos que solucionar entre todos, porque han llegado los recortes, las reformas y hasta el Señor Potter, no el mago, sino el prestamista usurero que le negaba los créditos a James Stewart, y en el que parece haberse reencarnado la banca de hoy en día para darnos a todos –dinero, no- mucho talante, es decir, por detrás y por delante.

Y, a todo esto, el cura no va a la iglesia, y dice la niña por qué. Ora pro nobis, kirie leison, Santa María Madre de Dios. Feliz Nochebuena.

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