Deportistas idealizados

Publicado: 14/12/2009
El protagonista de la película Buscando a Eric es un hincha del Manchester United que aún conserva una reverencia casi mística por quien fue su auténtico ídolo, Eric Cantona, hasta el punto de convertirlo en su amigo y confidente imaginario. Cantona, que hace de sí mismo en el filme, habla de fútbol, también de lo divino y de lo humano, pero siempre a través de la mente de su admirador, hasta el punto de poner en su boca trascendentales evocaciones sobre sus gestas deportivas y concluir que su mejor recuerdo no era uno de los goles que logró en el United, sino una asistencia improvisada con el exterior del pie derecho que acabó en remate a gol.

No tiene por qué ser cierto, aunque sea el propio Cantona el que lo cuente en la película, pero es un ejemplo magistral de la idealización e identificación personal que intensifica el deporte en cada uno de nosotros. Y no me refiero a esa admiración fanática hacia un jugador concreto, que se muda como piel de serpiente de una campaña a otra, sino a una más profunda vinculación con la consecución de algún sueño, de algún triunfo, encarnado en un deportista inolvidable, a veces, incluso, más allá de los colores que luzca en la camiseta. 

Nadal e Iker Hace unas semanas hablaba del bajo rendimiento de Nadal desde su regreso a Roland Garros. Comentaba que las causas parecían más de debilidad mental y psíquica que física, aunque se aludiera a las lesiones que venía arrastrando desde el año pasado. Esta semana un periódico nacional aludía a la separación de sus padres como una de las causas que han influido en su rendimiento a lo largo de este año. Iker Casillas tampoco es el mismo desde el verano pasado. El gol que encajó ante Estados Unidos en la semifinal de la Copa Confederaciones no entraba dentro de las posibilidades contempladas en un arquero de su categoría y autoexigencia. En lo que llevamos de temporada ya ha repetido algunos detalles similares, los más recientes este sábado ante el Valencia. Lo cierto es que a Casillas se le ve más feliz cuando juega con la selección que cuando lo hace con el Madrid, pero, como en el caso del manacorí, hay quien ya busca respuestas a su situación en el terreno afectivo.
 
Woods Hay quien confunde la idealización con la perfección. Eso deben pensar los patrocinadores de Tiger Woods que le han retirado los sponsors tras conocer sus infidelidades conyugales. Si fuese blanco a lo mejor se lo dejaban pasar, pero ahora mismo es el auténtico ídolo caído.

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