Uno de los grandes miedos tras superar un cáncer, es que este se reproduzca. Para minimizar este riego, expertos malagueños desarrollan una investigación para ayudar al organismo a eliminar células cancerígenas.
Básicamente lo que queremos es que nuestros pacientes vayan mejorEl Hospital Virgen de la Victoria y el Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA) están desarrollando un estudio, con el que pretenden demostrar los beneficios que podría tener la utilización de fármacos anestésicos contra el cáncer de mama. A la hora de extirpar un tumor, existen grandes posibilidades de que células cancerígenas se cuelen en el torrente sanguíneo y se propaguen a otros órganos. “Por la propia manipulación del tumor durante la cirugía y el proceso oncológico en sí, hay pequeñas células que pasan inadvertidas en el diagnostico, pero que pasan a la sangre”, explicada Aida Raigón, especialista en Anestesiología del Clínico.
Cuando estas células entran al torrente sanguíneo, según el “efecto y las defensas” con las que el organismo cuente, este va a poder “destruirlas o, por el contrario, va a poder salir en otro tejido y formar un tumor en un segundo tiempo”, aclara. Por ello, la intención es darle al organismo “todas las herramientas” que puedan “favorecer las defensas para captar esa célula tumoral y destruirla, antes de que salga del torrente y forme un segundo tumor”.
Y esas herramientas serían los fármacos y técnicas anestésicas. Si el estudio demuestra que estas técnicas ayudan a destruir las células cancerígenas, se podría crear un protocolo de actuación y extender su uso a otros canceres: “Básicamente lo que queremos es que nuestros pacientes vayan mejor”, resume José Luis guerrero, responsable del grupo de investigación del Servicio.
La investigación comenzó este año y por delante hay un largo camino de cuatro años de estudio y pruebas.