Un total de 18 jóvenes, vinculados al grupo ultra Frente Bokerón, han sido condenados por los disturbios ocurridos tras el partido entre Málaga CF y SD Ibiza en mayo de 2023. Se les ha impuesto una pena de tres meses de prisión y la prohibición de asistir a eventos deportivos de fútbol durante 18 meses.
El juicio, programado en la Audiencia Provincial de Málaga, se resolvió mediante un acuerdo de conformidad entre la defensa de los acusados, la Fiscalía y las acusaciones particulares (Málaga CF, La Liga y Limasam). Todos los acusados reconocieron los hechos y aceptaron la sentencia sin necesidad de juicio completo.
Inicialmente, la Fiscalía pedía cuatro años de prisión por delitos de desórdenes públicos, atentado y daños, pero la conformidad redujo la pena. Cuatro de los acusados deberán pagar además una multa de 1.800 euros por daños materiales.
Los incidentes ocurrieron el 27 de mayo de 2023 en los alrededores de La Rosaleda, donde los condenados, junto a otras personas, bloquearon la salida de jugadores y directivos con barricadas, lanzaron objetos y causaron destrozos en la vía pública. La intervención policial fue necesaria para restablecer el orden.
La Liga ha celebrado la sentencia como un avance en la lucha contra la violencia en el fútbol, destacando su papel activo junto a los clubes y aficionados para erradicar comportamientos violentos en los estadios y sus alrededores.
Por su parte, el abogado de los acusados, Gonzalo Pérez, ha cuestionado la versión oficial de los hechos, asegurando que la reacción de los jóvenes fue un reflejo del descontento por el descenso del Málaga CF. También criticó la actitud del club hacia los aficionados más apasionados.
Otro letrado, Félix Fernández, ha señalado que las penas impuestas son las mínimas posibles y ha lamentado el proceso judicial de dos años, insinuando que se trata de una estrategia para desincentivar las protestas de los seguidores más fieles del equipo.
