Los hosteleros malagueños vuelven a estar en pie de guerra, y esta vez no por las terrazas del centro histórico sino por la posibilidad de una subida en la tasa de basura. El presidente de Mahos-Amares, Jesús Sánchez, reivindicó ayer una mejora en el servicio de recogida y limpieza, y pidió al Ayuntamiento que no “criminalice” al sector. “Tenemos una de las tasas más caras de toda España, pensamos que con los medios que hay se puede hacer mejor”, dijo.
Apoyo socialista
Los socialistas se reunieron ayer con el colectivo hostelero para mostrarles su apoyo. La portavoz municipal María del Carmen Moreno apostó por reactivar la mesa técnica y el secretario de Política Institucional del PSOE-A, Francisco Conejo, instó a “mimar” al sector.
Junto a esto, la formación se comprometió a abanderar desde Málaga un cambio en el nomenclátor del centro histórico, con la idea de “ampliar horarios y permitir nuevos usos y delimitaciones en los locales para adaptarnos al resto de ciudades europeas”, expuso Sánchez.
“No es lo mismo Málaga, que Jaén o Huelva, ni poner desayunos que copas. Ya nosomos el negocio de tiza y barril”, incidió el portavoz de los hosteleros.
De la Torre, abierto al diálogo, defiende la medida
Tras el chaparrón de críticas, el regidor popular Francisco de la Torre se mostró abierto al diálogo con el sector, pero defendió que una posible subida de la tasa de basura “sería para dar mejor servicio”. “Nadie tiene que alarmarse, buscamos lo mejor y el bien común, como es natural”, aclaró el primer edil, que puso sobre la mesa que los cambios “interesan” primero a los propios hosteleros y restauradores, “y luego a la ciudad, y a los propios vecinos”. “Las relaciones hosteleros-vecinos pueden mejorar en ese contexto y marco”, avanzó. El Ayuntamiento, que abrió la caja de los truenos, hace unos días durante la presentación de las ordenanzas fiscales, baraja dedicar los contenedores soterrados del centro histórico a uso únicamente de particulares y planteó que la recogida de negocios se gestionará de otra forma, planteando un posible puerta a puerta dentro de un horario. Un sistema que supondría un sobrecoste al actual servicio. “Creo que mejorará la imagen del sector”, apostó ayer el alcalde.