El presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado, ha hecho este miércoles balance de la liquidación del presupuesto de la institución de 2018, que revela un superávit de 19,4 millones de euros y un remanente de tesorería de 33,03 millones de euros.
Uno de los puntos más destacados por Salado, quien ha comparecido con la vicepresidenta de la Diputación y diputada responsable del Área Económica, María Francisca Caracuel, ha sido la consecución de la deuda cero durante el pasado ejercicio, lo que ha permitido no tener que dedicar "ni un euro este año a pago de intereses ni de capital".
Así, ha calificado los presupuestos de la Diputación de Málaga, bajo mandatos del PP, como "reales", que han permitido ejecutar en torno al 80 por ciento y sin generar más deuda y con un pago a proveedores total de 49,9 millones el pasado año, con un periodo medio de pago de 20 días.
En el caso concreto de 2018, la ejecución presupuestaria alcanzó el 85,7 por ciento, "la más alta de los 14 últimos años" y muy por encima, ha dicho Salado, de la que realizaba el equipo de gobierno de PSOE e IU antes de que llegara el PP en junio de 2011, que era del entorno del 60 por ciento.
El gasto en 2018 fue de 246,5 millones de euros, de los que 24,3 millones de euros se destinaron para liquidar la deuda con los bancos. Salado se ha referido, además, al esfuerzo inversor realizado por la institución provincial, con un grado de ejecución que alcanzó el 77,2 por ciento de las inversiones previstas, 20 puntos más que en 2017.
En total, durante 2018 se invirtieron 59,3 millones de euros, de los que 49,3 millones de euros se destinaron a mejoras de infraestructuras y equipamientos de los municipios. Y otros diez millones de euros fueron para el arreglo de carreteras y en actuaciones en edificios del patrimonio provincial.
Desde 2012, se han ejecutado en la provincia inversiones de la Diputación por valor de 444,3 millones de euros, de los que 377,9 millones se han dedicado directamente a los pueblos. "De esta forma, queda claro que esta administración es la que más invierte en la provincia", ha incidido Salado, preguntándose qué habría sido de los pueblos sin esta institución en los años de crisis económica.
DESTINO DEL SUPERÁVIT Y EL REMANENTE
Cuestionado por a qué se destinará el remanente de tesorería de la institución y el superávit, Salado ha apremiado al Gobierno central a dar una respuesta y aprobar el destino de dichas cantidades para saber si podrían ser a Inversiones Financieramente Sostenibles (IFS).
En este sentido, ha recordado que hay que tener en cuenta algunas "limitaciones", como el techo de gasto. "Las IFS no computan techo de gasto pero hay que esperar a ver si en estos viernes el Gobierno cumple con su obligación y decreta cómo se puede destinar el remanente", ha especificado.
También ha recordado que la Diputación malagueña tiene unos compromisos en el acuerdo presupuestario con Ciudadanos, además de subvencionar el plan de arreglo de caminos rurales, "ya consensuado con la oposición y al que destinaremos dos millones de euros"; o las ayudas a los que sufrieron inundaciones el pasado mes de octubre.
"Tenemos ideas de dónde destinarlo pero algunas de esas cantidades suponen elevar el techo de gasto y tenemos que esperar. La Federación Andaluza de Municipios y Provincias está requiriendo una respuesta --al Gobierno-", ha reiterado.