Profesionales de Salud Mental del Hospital Regional Universitario de Málaga y del distrito Málaga-Valle del Guadalhorce han elaborado una guía de práctica clínica con el objetivo de mejorar la detección temprana de los trastornos psicóticos y la esquizofrenia así como su abordaje. La guía, que ha sido desarrollada por la Unidad de Salud Mental del centro sanitario con el apoyo metodológico de la Universidad de Málaga, está dirigida tanto a profesionales de los centros de Atención Primaria como a los que realizan su labor en las unidades de Salud Mental de toda la comunidad, así como a usuarios y familiares.
A la presentación de la guía en rueda de prensa han acudido, entre otros, el subdirector médico del Hospital Civil, José Carnero, el director de la unidad asistencial de Salud Mental, Antonio Bordallo, el psiquiatra José María García-Herrera, que ha coordinado la guía, la Enfermera especialista en Salud Mental, Casta Quemada, y el profesor de Metodología de Investigación y Evidencia de la Universidad de Málaga, José Miguel Morales.
Así, los expertos han explicado la importancia de la detección temprana de este tipo de trastornos psicóticos, porque junto al tratamiento precoz pueden lograr una buena respuesta al tratamiento y una mejor recuperación del paciente. En este sentido, el psiquiatra Antonio Bordallo ha identificado la sintomatología del paciente que presenta estas patologías, "podemos hablar de un deterioro en el funcionamiento personal, que puede incluir aislamiento social, comportamientos inusuales, aparición de ideas extrañas y una disminución general de interés por las actividades de la vida diaria".
En este sentido, Bordallo ha puesto de manifiesto que la carga genética puede jugar un papel importante en estos trastornos, si bien existen otros factores a tener en cuenta como los de tipo psicosocial.
De este modo, los profesionales implicados en la elaboración de la guía decidieron elaborar una guía de práctica clínica en la que incluir recomendaciones sobre las opciones de tratamiento que se han mostrado más eficaces para que los profesionales conozcan las mejores opciones de tratamiento eliminando la variabilidad clínica.
En el ámbito de la Atención Primaria, se centra especialmente en las funciones del médico de familia en la detección de posibles casos de psicosis y su rápida derivación a los servicios de salud mental así como en el cuidado de la salud física de pacientes con un diagnóstico establecido de esquizofrenia que se encuentran estabilizados. Además, una parte importante de las recomendaciones están dirigidas a los profesionales de los servicios de salud mental, con el objetivo de lograr una mejor organización de la atención a este tipo de patologías.
Por otro lado, la guía puede ser utilizada como fuente de información para los usuarios y familiares sobre las intervenciones (farmacológicas, psicológicas, de cuidados, etc.) que están recomendadas para posibilitar una verdadera toma de decisiones compartida entre usuario y profesional.
En este sentido, el también psiquiatra José María García-Herrera, coordinador de la guía y de otras ya elaboradas sobre otros trastornos, como la ansiedad y la depresión, ha señalado que la guía recomienda que el abordaje de estos trastornos se haga fundamentalmente en el ámbito de la comunidad. "Considera que hay que evitar en la medida de lo posible la hospitalización involuntaria de estos pacientes y, para ello, es necesario crear nuevos dispositivos comunitarios como los equipos de atención temprana para la psicosis, equipos de intervención en crisis y hogares de crisis", ha apuntado.
Para la enfermera especialista en Salud Mental Casta Quemada, "tener a mano una fuente de información sobre las intervenciones farmacológicas, psicológicas o de cuidados más recomendadas, posibilita una verdadera toma de decisiones compartidas entre el usuario y el profesional. Esto aumenta la adherencia terapéutica del paciente a los tratamientos evitando la aparición de recaídas", ha explicado.
Quemada, ha insistido en la importancia del cuidado de la salud física en las personas con problemas de salud mental, pues su esperanza de vida es hasta 20 años menor que la de la población general. "Está motivado por una combinación de factores de un estilo de vida inadecuado que influyen en la aparición de un mayor riesgo cardiovascular y metabólico. Por ello es muy importante prevenir esta situación actuando sobre los factores de riesgo y el estilo de vida", ha agregado.
El grupo de desarrollo de la guía encontró que la guía de mayor calidad científica a nivel mundial sobre el tratamiento de la psicosis y la esquizofrenia era la desarrollada por el National Institute for Health and Care Excelence (NICE) del Reino Unido. Para ello, ha sido clave la participación del profesor de Metodología de Investigación y Evidencia de la Universidad de Málaga, José Miguel Morales, que ha explicado que, siguiendo la metodología internacional, se ha hecho una adaptación al entorno cultural andaluz y a su sistema organizativo sanitario. "Como aportación principal y aspecto novedoso a nivel internacional, se ha hecho un estudio cualitativo con pacientes y familiares que ha enriquecido las recomendaciones de la guía con las experiencias de las personas a las que va dirigida", ha indicado.
Esta publicación está disponible en la web del SAS (
www.juntadeandalucia.es/servicioandaluzdesalud) en tres formatos: Guía completa, Guía resumida y Guía rápida. En la elaboración de esta guía han participado 40 profesionales, incluyendo todos los perfiles implicados en la asistencia de estas patologías, incluyendo la participación de una persona diagnosticada de un trastorno de este tipo.
Para la elaboración de este documento, se han realizado además dos estudios cualitativos con población local. En el primero, se ha entrevistado a 16 familiares/cuidadores de personas diagnosticadas de psicosis o esquizofrenia y sus conclusiones están recogidas en el apartado dedicado a la atención al cuidador. En el segundo estudio cualitativo, han participado 30 usuarios con este tipo de diagnóstico y se les ha pedido que relaten su experiencia con el trastorno y con la atención sanitaria recibida. Fragmentos de estos relatos han sido vinculados con las recomendaciones basadas en la evidencia científica, de manera que, justo detrás muchas de las recomendaciones, puede leerse qué opinan y demandan los usuarios al respecto.
La guía ha contado además con la revisión final de 80 personas, de las que 13 fueron usuarios y el resto, profesionales implicados en la atención de la psicosis y la esquizofrenia (médicos de familia; psiquiatras; psicólogos y psicólogos clínicos; enfermeras de atención primaria y enfermeras especialistas en salud mental; farmacéuticos; trabajadoras sociales; terapeutas ocupacionales y técnicos de salud). Esta guía cuenta además con licencia del National Institute for Health and Care Excellence (NICE) para su implementación en toda la comunidad andaluza.