La Policía griega ha hallado el viernes por la mañana a tres supervivientes más del naufragio de una embarcación con más de una cuarentena de migrantes ocurrido el miércoles por la noche frente a las cosas de la isla de Lesbos, lo que eleva a 28 el número de personas rescatadas.
La guardia costera informó de que continúa la operación de búsqueda, que por ahora ha dejado 18 fallecidos -16 mujeres de origen africano, un niño y un hombre- si bien las posibilidades de encontrar a personas vivas en el mar son muy escasas.
En la embarcación, que había partido desde la costa turca, había más de 40 tripulantes, según los testimonios de las supervivientes, todas mujeres.
Mientras tanto, continúa también la operación de búsqueda en la zona marítima en torno a la isla de Cítera, al sur de la península del Peloponeso, donde un velero se estrelló también el miércoles por la noche contra las rocas en medio de vientos que alcanzaban puntualmente fuerza 10 en la escala de Beaufort.
En el velero viajaban unas 95 personas, según afirmaron los supervivientes, y hasta ahora han podido ser rescatadas con vida 80 personas -18 menores, siete mujeres y 55 hombres, en su inmensa mayoría de Afganistán pero también de Siria-.
Por ahora no hay ninguna muerte confirmada, según señaló hoy el portavoz de la Guardia Costera, Nikos Kokkalas, a la televisión pública ERT, con lo que apunta a que no se han podido recuperar cadáveres.
El alcalde de Cítera, Stratos Jarjalakis, aseguró el jueves declaraciones a la cadena privada Skai que cinco personas "murieron frente a mí", un extremo que parecen confirmar algunas imágenes de vídeo de los medios helenos que muestran a varias personas flotando boca abajo.
Según señalaron varios migrantes a los medios locales, el capitán del velero se lanzó al mar poco antes del siniestro, lo que les hizo comprender que el naufragio era inevitable.
El primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, pidió el jueves desde la cumbre de la Comunidad Política Europea en Praga una cooperación "mucho más sustancial" para evitar que se repitan este tipo de incidentes y para "erradicar" a los contrabandistas que se "aprovechan de personas inocentes, personas desesperadas, que intentan llegar al continente europeo en barcos que claramente no están en condiciones de navegar".
