El Ministerio chino de Seguridad Pública ha cerrado desde abril pasado más de 21.000 cuentas en redes sociales y arrestó a 620 personas dentro de una campaña que pretende acabar con la difusión de rumores en internet, recogen este sábado medios locales.
Junto con el cierre de las cuentas, la institución informó de que se investigaron más de 2.300 casos y se "aclararon" 705.000 rumores publicados en las plataformas sociales, según el diario oficialista South China Morning Post.
Responsables del Ministerio aseguraron que desde el pasado 10 de abril, cuando comenzó la campaña, el departamento ha puesto las miras en los actos "ilegales y criminales de crear y difundir rumores sobre asuntos candentes" y ha fortalecido la gestión transparente de las plataformas de internet.
También se han "expuesto" algunos de los casos perseguidos para que los internautas conozcan y acaten la ley, agregaron.
De acuerdo con el diario, en los últimos años han surgido cuentas personales de "información" ajenas a los medios de comunicación que "explotan temas sociales polémicos para fabricar y difundir rumores", y hay algunas que incluso "organizan y fingen noticias falsas" para atraer seguidores, desviar el tráfico y lucrarse ilegalmente.
Los últimos datos sobre esta campaña fueron anunciados a principios de mes, cuando el número de cuentas suspendidas o cerradas llegaba a las 10.000.
Entre los casos investigados desde abril figura el de un portal de noticias que usó el popular software de inteligencia artificial ChatGPT para generar y difundir artículos falsos con el objetivo de obtener una gran cantidad de tráfico y ganancias.
En abril, el regulador chino de Internet publicó el borrador de una normativa que regulará el sector de la inteligencia artificial, al que se exigirá que el contenido creado por 'chatbots' y otros modelos generativos "refleje los valores fundamentales socialistas" y no "socave la unidad nacional", "subvierta el poder del Estado" ni "incite a dividir el país".
China es el país con más internautas del mundo, pero a la vez uno de los que ejercen mayor control en los contenidos: servicios populares en el resto del mundo como Google, Facebook, Twitter o YouTube están bloqueadas en el país desde hace años.