Estados Unidos ha expresado este viernes su apoyo a la petición unánime de alto el fuego realizada por Naciones Unidas y la Liga Árabe al Gobierno sirio y a los rebeldes, según ha declarado este viernes la portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Victoria Nuland.
El llamamiento, impulsado por el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe a Siria, Lajdar Brahimi, hace referencia al establecimiento de un cese el fuego entre las tropas gubernamentales y las fuerzas rebeldes que entre en vigor la semana que viene cuando se celebra el Eid al Adha, una de las celebraciones religiosas más importantes para los musulmanes.
"Sumamos nuestro apoyo al enviado especial Brahimi para un alteo el fuego para que así el pueblo sirio pueda disfrutar de la festividad religosa en paz y seguridad", enfatiza Nuland, en un comunicado.
No obstante, apremia al régimen de Bashar al Assad a que detenga todas las operaciones militares y reclama a los rebeldes a que lo "imiten". "El Gobierno sirio ha de permitir un acceso humanitario completo e inmediato a los distritos que han estado asediados y permitir que el abastecimiento de productos vitales llege a la gente necesitada", agrega Nuland.
GIRA SOBRE SIRIA
Brahimi ha aterrizado este viernes en Damasco para iniciar una ronda de conversaciones con miembros del Ejecutivo sirio a fin de acelerar un cese al fuego que allane el camino hacia una transición política en Siria y la finalización del conflicto armado.
Con el propósito de acumular el apoyo de los países afines a Damasco, con Irán como el principal estandarte, Brahimi ha realizado esta semana una gira por Oriente Próximo. Como respuesta, el ministro de Asuntos Exteriores turco, Ahmed Davutoglu, ha emplazado a las partes implicadas en el conflicto a que instauren un alto el fuego de hasta cuatro días de duración, al igual que Irán.
Con Kofi Annan como mediador ya fracasó un intento de alto el fuego en Siria el pasado mes de abril, lo que supuso el fracaso de su plan de paz y su posterior dimisión.
El conflicto sirio ya se ha cobrado la vida de más de 30.000 personas en algo más de 19 meses sin que la comunidad internacional logre consensuar una postura clara y definida para Siria debido, principalmente, a la férrea oposición de Rusia y China a cualquier injerencia extranjera en un hipotético proceso de transición.
