El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, ha sido el primer mandatario en incorporarse a la decisiva ronda de contactos que arranca hoy en Viena para intentar cerrar antes del 30 de junio un acuerdo que garantice que Irán no puede desarrollar un arma nuclear a corto plazo.
Kerry aterrizó anoche en la capital austríaca y está previsto que se reúna ya hoy con su homólogo iraní, Mohamed Yavad Zarif.
También ha llegado a Viena el ministro francés de asuntos Exteriores, Laurent Fabius, y se espera que en los próximos días se vayan incorporando los responsables del resto de países que participan en la negociación.
Los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido) con Alemania intentan cerrar un acuerdo con Irán que limite su programa nuclear y aumente las inspecciones internacionales, de forma que Teherán no pueda desarrollar un arma atómica a corto plazo.
Las negociaciones, que arrancaron formalmente en febrero de 2014 y fueron prorrogadas en junio de ese año, lograron el pasado abril acordar un acuerdo marco que tiene que ser aún concretado en sus detalles.
La fecha límite para cerrar ese acuerdo es, en teoría, el próximo 30 de junio, aunque numerosas fuentes diplomáticas han señalado que los contactos podrían extenderse más allá de ese día.
Los principales puntos de discordia son el régimen de inspecciones a que se debe someter Irán y que las grandes potencias, especialmente Francia, quieren que incluya también algunas instalaciones militares, algo a lo que Teherán se niega argumentando cuestiones de seguridad nuclear.
Además, persiste el desacuerdo sobre cómo y cuándo levantar las sanciones internacionales contra Irán.
Teherán exige que se levanten de forma inmediata una vez que se verifique que Irán cumple lo pactado, mientras que las potencias occidentales abogan por una suspensión más gradual.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) investiga desde hace 12 años el programa nuclear iraní, sin haber podido asegurar aún si existe o existió una dimensión militar oculta.
Por eso, Kerry habría señalado esta semana en conversación telefónica con Zarif que saber lo que pasó en el pasado en Irán es relevante para poder firmar un acuerdo sobre el futuro del programa nuclear de la República Islámica.
Las autoridades austríacas esperan a unos 250 diplomáticos para esta negociación final, de la que están pendientes unos 500 de periodistas.
Tras recientes denuncias de un supuesto espionaje de las conversaciones en Suiza y Austria, las autoridades austríacas han endurecido al máximo las medidas de seguridad.