El Gobierno sirio considera que si la delegación opositora abandona las negociaciones que auspicia la ONU "no se pierde nada porque ellos no representan al pueblo sirio, sino todo lo contrario".
El jefe de la delegación gubernamental, Bashar Jaafari, acusó a la Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN), una alianza de opositores políticos y facciones rebeldes, de estar compuesta por "extremistas, terroristas y mercenarios" que siguen las indicaciones de Arabia Saudí y Turquía.
"Si se van, probablemente se removerá el mayor obstáculo y podremos encontrar una solución" a la crisis en Siria, indicó el diplomático tras una reunión de su equipo con el mediador adjunto de la ONU para estas negociaciones, Ramzy Ezzeddin Ramzy.
Jafaari aseguró que a pesar de ese movimiento de la oposición, para la ONU "las negociaciones continúan" y que así se lo confirmó Ramzy.
Por otra parte, el jefe de delegación de Damasco defendió que el futuro político de Siria debe estar en manos de un gobierno de unidad nacional, que incluya a representantes del actual gobierno y a figuras de la oposición tolerada por éste.
También deberían figurar tecnócratas y personas independientes en la cúpula de una nueva administración, agregó.
"Debe ser un gobierno que incorpore a miembros que rechazan el terrorismo, que son considerados opositores, pero de la oposición nacional y que no trabajan por una agenda externa, ni aceptan ser utilizados por una potencia extranjera", detalló Jafaari.
El Gobierno sirio denomina a la CNS como "oposición saudí", por el apoyo que reciben de Arabia Saudí y otros países del Golfo Pérsico, así como de Turquía, mientras que considera oposición moderada a otros grupos cuya actividad tolera y que no se oponen rotundamente a la permanencia del presidente Bachar Al Asad en el poder.
Representantes de tres de estos últimos grupos opositores se encuentran en Ginebra, pero no son considerado parte de las negociaciones por la ONU.
El mediador se reúne regularmente con ellos, pero como lo hace también con otros colectivos de la sociedad civil, para escuchar sus preocupaciones e intercambiar ideas.
La ONU auspicia en Ginebra una tercera ronda de negociaciones de paz sirias, que empezaron el pasado febrero, tras un primer intento que fracaso hace dos años.
Este proceso diplomático fue lanzado en base a acuerdos previos entre las principales potencias implicadas en este conflicto, especialmente Rusia y Estados Unidos, y que prevén la creación de un órgano de gobierno transitorio que dirija el país en un periodo de reforma constitucional y mientras se preparan elecciones libres.
Sin embargo, Jafaari subrayó de nuevo que su delegación no entrará en esa discusión y que sólo está dispuesto a hablar sobre la formación de un "gobierno de amplia base y de unidad nacional", sin tocar a la figura de Al Asad.
En otro momento de su comparecencia ante los periodistas, Jafaari acusó a tres prominentes figuras del bloque de la oposición en estas negociaciones de haber hecho llamamientos a facciones combatientes en Siria para retomar las armas en Siria, donde está en vigor una tregua desde el pasado 27 de febrero.
Ciertos líderes opositores "han instruido a sus seguidores a romper el cese de las hostilidades y a atacar intensamente al ejército y bombardear ciudades y pueblos", sostuvo.
"Esto ha salido de la boca de aquellos que se supone que están aquí, en Ginebra, para comprometerse en conversaciones dirigidas a encontrar una solución pacífica (al conflicto sirio)", denunció el diplomático sirio.