El mediador de la ONU en las negociaciones sirias de paz, Staffan de Mistura, pidió hoy a Rusia y Estados Unidos que unan esfuerzos para dar un nuevo vigor a la tregua en Siria y salvarla "del colapso total".
"Hago un llamamiento a Rusia y Estados Unidos para que tomen una iniciativa urgente para relanzar la tregua, que por el momento está en peligro", declaró De Mistura en una rueda de prensa tras informar por teleconferencia al Consejo de Seguridad de la ONU sobre el resultado de la tercera ronda de negociaciones de paz que concluyó el miércoles.
De Mistura dijo que para convocar una nueva ronda de consultas se requiere que "el cese de las hostilidades en Siria vuelva a los niveles de febrero y marzo", cuando la violencia se había reducido de manera muy significativa.
Precisó que tras la entrada en vigor de la tregua, el pasado 27 de febrero, el número de muertes en combates o ataques en Siria se había reducido a nueve o diez por día, mientras que "en las últimas 48 horas un sirio es asesinado cada 25 minutos".
"Esta ronda (de negociaciones) ha sido ensombrecida por un deterioro substancial y preocupante del cese de hostilidades, no podemos ignorar el hecho de que durante estas conversaciones hubo un incidente tras otro", comentó.
También reveló que pocas horas antes se registró un bombardeo aéreo contra un hospital en el este de Alepo "que probablemente ha terminado con la vida del último pediatra" en esa zona, un ataque que se suma a otros perpetrados en los últimos días en las afueras de Damasco y en Idleb.
De Mistura señaló que sólo anunciará la fecha para una nueva ronda de negociaciones una vez que la situación de seguridad haya mejorado en Siria, con un esfuerzo que corresponde realizar a Estados Unidos y Rusia con el apoyo de los países que forman el Grupo Internacional de Apoyo para Siria.
Entre estos se encuentran las potencias que forman parte del Consejo de Seguridad de la ONU, así como los países de la región que tienen influencia sea en el Gobierno sirio o en los grupos de la oposición que exigen la salida de la cúpula política dirigida por el presidente Bachar Al Asad.
En este contexto, el mediador indicó que espera que las conversaciones de paz se reanuden en mayo.
Las negociaciones deberán acelerarse si se espera cumplir el calendario planteado por De Mistura a principios de año y que fija como plazo para este proceso diplomático el mes de julio.
De Mistura no puso en duda ni la necesidad ni su intención de reunir nuevamente en Ginebra a las delegaciones del Gobierno de Damasco y a la opositora Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN), aunque anticipó que apostará por profundizar en lo que denomina "reuniones técnicas".
Estas, agregó, podrán celebrarse en la sede de la ONU o en cualquier otro lugar de la ciudad, tras la decisión de la CSN la semana pasada de suspender su participación formal en las reuniones en protesta por la nueva ola de violencia en Siria y por la falta de mejoras en el acceso humanitario a los civiles sitiados por fuerzas gubernamentales.
El mediador dijo que esas reuniones técnicas son muy útiles para avanzar en el proceso, ya que en ellas pueden abordarse en detalles cuestiones muy completas y que deben ser tratadas por especialistas, como la cuestión de la reforma constitucional que se prevé en Siria.
"Creo que en esta ronda hubo progresos, ya que a pesar de las diferentes visiones sobre la transición política hay puntos en común a este respecto", sostuvo.
"Ahora nadie duda de la necesidad de una transición política real y creíble", explicó, y que ésta debe ser supervisada por un mecanismo de gobierno que reemplace al que existe actualmente.
Enfatizó que en ese mecanismo deberán participar "miembros del presente gobierno, de la oposición e independientes".
El CSN rechaza tajantemente que el presidente Al Asad o miembros de su gobierno que puedan ser responsables de crímenes participen en el futuro político de Siria.