El Gobierno indio levantó hoy casi por completo el toque de queda que impuso en Cachemira durante 51 días tras las protestas y disturbios desencadenadas por la muerte de un conocido insurgente a manos de las fuerzas de seguridad, que han dejado cerca de 70 muertos y 11.000 heridos.
"El toque de queda se ha levantado en un 95%", declaró a Efe un portavoz policial que pidió el anonimato desde la oficina regional del cuerpo de seguridad en Srinagar, capital de verano de la Cachemira india.
Según la fuente, el toque de queda permanece todavía en cuatro distritos municipales de la región: dos en Srinagar, uno en la localidad de Pulwama y otro en Awantipora.
"La situación es de normalidad y no se ha informado de mayores incidentes", anotó la fuente, que añadió que, sin embargo, continúa una huelga de los grupos independentistas por lo que el transporte público permanece suspendido y las tiendas cerradas.
La decisión del Gobierno indio de levantar casi en su totalidad el toque de queda se produce después de que el pasado sábado la jefa de Gobierno de la Cachemira india, Mehbooba Mufti, se reuniera por primer vez desde el inicio de la crisis con el primer ministro de la India, Narendra Modi, en Nueva Delhi.
Tras esa reunión Mufti aseguró que aunque todos los partidos políticos quieren el fin del derramamiento de sangre en Cachemira, las negociaciones se mantendrán solo con aquellos abiertos al diálogo y no con los "que provocan a los jóvenes" a manifestarse.
Cachemira está sumida en una crisis con protestas y violencia desde que el pasado 8 de julio murió el insurgente Burhan Wani, lo que llevó a manifestaciones en ese territorio que fueron reprimidas por la Policía de manera muy criticada.
En este tiempo han muerto al menos 68 personas y se han producido miles de heridos, algunos de ellos como consecuencia del disparo directo de perdigones, que han dejado cientos de lesionados oculares, varios de ellos con ceguera total.
El toque de queda había generado además un problema de abastecimiento de productos básicos así como la interrupción o alteración de la actividad en escuelas y servicios públicos.
La Cachemira india es uno de los territorios más militarizados del mundo desde la partición del subcontinente en 1947 tras la época colonial británica y es objeto de disputa entre la India y Pakistán, que han librado dos guerras y numerosos conflictos bélicos menores por su control. EFE
