El Gobierno británico propondrá a Bruselas llegar a un acuerdo que garantice una "cooperación estrecha" entre ambas partes para resolver disputas legales tras el "brexit", según detalló hoy en un documento oficial.
El ministerio para la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) difunde, desde la pasada semana, varios textos en los que aclara cuál es su posición ante la tercera fase de negociaciones con el bloque, que comenzará el próximo día 28.
En el texto publicado hoy, Londres considera necesario fraguar un acuerdo con la UE a fin de gestionar casos de divorcio, disputas comerciales o reclamaciones de consumidores que afecten a personas de varios países, una vez se consume la marcha británica del bloque, prevista para marzo de 2019.
Si actualmente son las normativas comunitarias las que especifican cómo lidiar con cada asunto, según su naturaleza, el Ejecutivo británico sostiene que este tipo de disputas legales deberán resolverse en el futuro "de manera clara y sensata".
Como ejemplo de disputas que podrían requerir de soluciones legales, el ministro británico de Justicia, David Lidington, enumeró hoy a la BBC casos en los que "una esposa alemana se divorcia de un marido británico, un padre británico cuyos niños han sido llevados a Grecia, o un sueco que ha comprado en una empresa británica 'online'".
"El mundo está ahora mucho más interconectado que nunca y las familias, cada vez más, proceden de más de un solo país y hay aproximadamente un millón de británicos viviendo en otros países comunitarios y unos 3 millones de comunitarios que viven en el Reino Unido", señaló el documento gubernamental.
El texto agrega que "cuando las cosas salen mal, las familias tienen que saber que podrán resolver disputas de manera clara, predecible y sin retrasos".
El Gobierno alerta también que "las convenciones existentes internacionales pueden proporcionar normas en algunas áreas, pero no proporcionarán una interacción más sofisticada y efectiva, basada en la confianza mutua entre los sistemas legales, de la que actualmente se benefician tanto la UE como las empresas británicas, familias e individuos litigantes".
"Un desenlace óptimo para ambas partes será un acuerdo que refleje nuestra estrecha relación existente", apunta.
Ante la difusión de este documento, el diario The Guardian consideró hoy que el Gobierno no da indicaciones sobre cómo planea este país lograr todo esto, pues deberá antes persuadir a la UE para que preserve todos los beneficios legales de los que goza ahora como miembro del bloque, una vez se haya consumado la separación.
En otros documentos, el Gobierno indicó ayer que quiere un acuerdo con la Unión Europea que propicie el comercio de bienes y servicios de la manera "más libre y sin fricciones posible" así como un marco para garantizar la confidencialidad de los datos compartidos.
Con relación a otros temas considerados clave en las negociaciones con Bruselas, la pasada semana Londres también reveló que propondrá prolongar la unión aduanera "uno o dos años" más allá del "brexit" además de aclarar que no desea reinstalar las fronteras físicas entre las dos Irlandas.