El AVE La Meca-Medina, uno de los mayores proyectos de infraestructuras acometidos por empresas españolas en el exterior, se inaugura este martes, 25 de septiembre, un año y medio después respecto al plazo de su puesta en servicio inicialmente fijado para comienzos de 2017.
El arranque del servicio comercial del 'AVE del Desierto' tendrá lugar en unos días, en una fecha que aún está por fijar entre el consorcio empresarial español y las autoridades árabes.
La inauguración de este proyecto, pese a ser considerado como uno de los emblemas de la 'marca España', no contará con altos representantes del país.
Así, si bien está previsto que el rey de Arabia, Salmán bin Abdulaziz, presida la inauguración, por parte de España sólo está programada la asistencia del embajador en el país, Álvaro Iranzo Gutiérrez, del presidente del consorcio constructor, Jorge Segrelles, y de representantes de las compañías que lo conforman.
El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, no estará en el acto del martes, para cuando tiene programado un viaje a Granada, según indicaron a Europa Press en fuentes del Departamento.
Una vez tenga lugar el acto institucional de inauguración, el consorcio constructor y la Saudi Railways Organization (SRO) deben fijar la fecha para iniciar la explotación comercial, que no se descarta sea ya en octubre, pese a que el compromiso con Arabia es que arrancara en septiembre.
No obstante, el 'AVE del Desierto' no estará en servicio a pleno rendimiento hasta dentro de un año, en septiembre de 2019, para cuando está programado que circule todos los días y a la velocidad de 300 kilómetros por hora para la que está diseñado.
En esta primera fase que arrancará en unos días, y se extenderá durante su primer año, circulará a una velocidad máxima de 200 kilómetros por hora, cuatro días a la semana (martes, jueves, viernes y sábado) y con paradas en dos de las cinco estaciones que tendrá la línea, la de Yeda y la de Kaec, la ciudad económica.
Este inicio de explotación tendrá lugar no obstante después de que el AVE lleve desde diciembre de 2017 realizando viajes de prueba y demostración.
En cuanto a la demora registrada en la puesta en servicio, el consorcio español la atribuye a los retrasos acumulados en las obras que otras compañías han realizado en el corredor. Este es el caso de la construcción de la plataforma de la línea, encomendada a empresas chinas, o la edificación de las estaciones por parte de empresas locales.
EMBLEMA DE LA 'MARCA ESPAÑA'.
El AVE a la Meca se inaugurará así siete años después de que a finales de 2011 España se alzara con el proyecto, valorado en unos 6.736 millones de euros, a través de un consorcio único que aunó a todas las empresas públicas y privadas con interés en el contrato.
En concreto, el grupo está formado por las públicas Renfe, Adif e Ineco, y las privadas OHL, Cobra (ACS), Indra, Consultrans, Copasa, Dimetronic, Imathia, Inabensa y Talgo, que ha suministrado los Alta Velocidad que circularán por la línea. Renfe, de su lado, será la encargada de prestar el servicio, que será el primero que acometa fuera de España.
El contrato ha supuesto la colocación de las vías de la línea, de 450 kilómetros de longitud, y la instalación de toda su 'superestructura', esto es, todos los sistemas asociados (electrificación, seguridad y telecomunicaciones, entre otros), además del referido suministro de trenes y su explotación.
El AVE unirá La Meca y Medina en menos de dos horas y media, con lo que aportará nuevas opciones de viaje a los millones de peregrinos que cada año visitan estas ciudades santas. Se calcula que cuando esté a pleno rendimiento transportará a unos 60 millones de pasajeros anuales, con una demanda potencial de unos 166.000 viajeros al día.