El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, expresó su "fuerte protesta" ante el lanzamiento de varios misiles realizado hoy por Corea del Norte, uno de los cuales cayó en aguas de la zona económica exclusiva de Japón.
Los lanzamientos tuvieron lugar en la mañana del miércoles, y uno de ellos impactó antes de las 7.30 hora local (22.30 GMT del martes) a unos 350 kilómetros frente a la prefectura de Shimane, en el suroeste del país, según las autoridades niponas, que no detectaron daños en embarcaciones ni aeronaves en la zona.
Estos nuevos ensayos armamentísticos constituyen "una vulneración de las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas", según dijo Abe, quien convocó hoy una reunión del Consejo Nacional de Seguridad para analizar la situación.
"Continuaremos analizando la situación con Estados Unidos y con la comunidad internacional, y haremos todo lo posible para permanecer vigilantes y proteger las vidas de los japoneses", añadió el primer ministro nipón en declaraciones a los periodistas.
En respuesta a los lanzamientos, Abe también ordenó "garantizar la seguridad de los aviones, naves y otros activos" en la zona afectada, así como "tomar todas las medidas posibles de precaución, incluyendo preparación para cualquier contingencia", según informó la oficina del primer ministro en un comunicado.
Asimismo, Tokio mantuvo contacto directo con Washington para intercambiar información sobre el lanzamiento a través de una conversación telefónica entre un alto cargo del ministerio nipón de Exteriores y el representante especial de EEUU para el diálogo con Pionyang, Stephen Biegun, dijeron fuentes gubernamentales a la agencia local Kyodo.
El último test de misiles del Norte es el noveno desde el pasado julio, y se produce un día después de que el régimen de Pionyang anunciara que en los próximos días reanudará los contactos con Estados Unidos para buscar la desnuclearización de la península coreana.
La prueba, además, podría haber incluido el lanzamiento de un misil balístico desde un submarino (SLBM), lo que supondría el primer ensayo de este tipo desde agosto de 2016, según los análisis del Ejército surcoreano.
El ministro nipón de Exteriores, Taro Kono, señaló que las autoridades niponas aún están tratando de verificar que se trató de un SLBM según los datos recopilados, que muestran que el misil alcanzó una altura máxima en su vuelo superior a los 900 kilómetros y recorrió una distancia de 450 kilómetros.