Al menos ocho niños murieron el pasado sábado y otros diez resultaron gravemente heridos, después de que un grupo de supuestos separatistas abriera fuego
El presidente de Camerún, Paul Biya, aseguró que ha dado instrucciones a las fuerzas de seguridad para atrapar a los supuestos separatistas anglófonos que atacaron el pasado sábado una escuela y acabaron con la vida de ocho niños.
"Condeno en los términos más enérgicos este crimen bárbaro y cobarde contra niños inocentes", afirmó Biya a última hora del lunes en su cuenta de la red social Twitter, rompiendo así el silencio que mantenía desde que se cometió el ataque.
"También he instruido que se tomen las medidas apropiadas con diligencia para asegurar que los autores de estos actos despreciables sean detenidos por nuestras Fuerzas de Defensa y Seguridad y llevados ante la Justicia", subrayó el presidente.
"Dirijo mi completa solidaridad y mi más sentido pésame a las familias en duelo, así como a la comunidad educativa", agregó Biya, de 87 años, quien ocupa la jefatura del Estado desde 1982 y es uno de los presidentes que más tiempo lleva en el poder en el mundo.
Al menos ocho niños murieron el pasado sábado y otros diez resultaron gravemente heridos, después de que un grupo de supuestos separatistas anglófonos abriera fuego en la escuela privada Madre Francisca en la localidad de Kumba, en la Región Suroeste.
Las autoridades del departamento de Meme, cuya capital es Kumba, responsabilizaron de la masacre a separatistas anglófonos.
Este es uno de los numerosos ataques que se repiten desde 2017 contra colegios de las regiones anglófonas del Noroeste y Suroeste, después de que se sumaran a este conflicto diversos grupos armados, como las Fuerzas de Defensa de la Ambazonia (ADF), que reclaman la independencia de las áreas de mayoría anglófona (20 % de Camerún).
Camerún fue colonia británica y francesa hasta 1960, cuando se independizó de ambas potencias e instauró un Estado federal que perduró hasta la celebración de un referéndum en 1972, que dio luz verde a su unificación.
Desde entonces, el inglés y el francés son idiomas cooficiales y conviven junto a otras 250 lenguas nativas.
No obstante, en octubre de 2017 varias protestas pacíficas que pedían el uso del inglés en los tribunales y en los colegios fueron violentamente reprimidas por las fuerzas de seguridad, lo que provocó el nacimiento de grupos separatistas.
Desde entonces, más de 180.000 personas han sido desplazadas por las operaciones de contrainsurgencia de los militares cameruneses, a quienes organizaciones como Amnistía Internacional acusan de matar a civiles y arrasar aldeas.
El pasado julio, Human Rights Watch (HRW) aseguró que al menos 285 civiles habían muerto en casi 200 incidentes violentos en las dos regiones anglófonas de Camerún solo en la primera mitad de 2020.