El movimiento islamista Hamás negó anoche las alegaciones del Gobierno de Bielorrusia sobre la amenaza de seguridad que llevó al aterrizaje forzoso de un vuelo en el que viajaba un periodista opositor Román Protasevich, una presunta amenaza de bomba por parte del grupo palestino.
"Nosotros no utilizamos esos métodos y es posible que los responsables busquen desacreditar a Hamás y socavar la simpatía del mundo por el pueblo palestino", señaló un portavoz del movimiento en un comunicado, en el que negó categóricamente cualquier vínculo del grupo con el aterrizaje del avión en Bielorrusia.
Esta declaración llega tras la acusación ayer por parte del ministro de Transporte y Comunicaciones bielorruso, Artiom Sikorski, de que la potencial amenaza de seguridad a bordo -utilizada como excusa para desviar el avión de la aerolínea Ryanair- había sido un correo electrónico en inglés dirigido a la dirección del aeropuerto con una presunta amenaza de bomba de Hamás.
El avión, que volaba de Atenas a Vilna, fue obligado a aterrizar de emergencia en la capital bielorrusa de Minsk, donde el periodista opositor Román Protasevich fue sacado de la aeronave y detenido.
Las autoridades bielorrusas niegan haber desviado el avión para apresar al reportero, sino debido al aviso de bomba, aunque las fuerzas de seguridad locales no encontraron ningún artefacto explosivo dentro del avión.
Este episodio provocó un conflicto diplomático sin precedentes, que incluyó ayer el cierre del espacio aéreo con Bielorrusia por parte de la Unión Europea, que acordó también una serie de sanciones contra el país y su presidente, Alexandr Lukashenko.