Científicos españoles y estadounidenses han identificado cuáles son las especies animales que más enfermedades pueden transmitir a los humanos utilizando herramientas matemáticas similares a las que se emplean en el estudio de redes sociales como Facebook o Twitter.
Su trabajo describe cómo reaccionan los primates con sus parásitos, que transmiten al hombre enfermedades como la malaria, la fiebre amarilla o el sida, y podría ser un importante hallazgo para predecir qué especies animales tienen más probabilidad de ser el origen de futuras pandemias.
José María Gómez, profesor del Departamento de Ecología de la Universidad de Granada y autor principal de la investigación, ha explicado que su trabajo propone un criterio de identificación de agentes transmisores de enfermedades, basado en métricas de redes complejas similares a las usadas para estudiar las redes sociales.
Según Gómez, la mayoría de las enfermedades emergentes en humanos son "zoonóticas", es decir transmitidas al ser humano por los animales.
Poder identificar con suficiente antelación aquellas especies animales con alto riesgo de convertirse en potentes transmisores de enfermedades emergentes es vital para el desarrollo de campañas de control y vigilancia de dichas enfermedades.
Para llevar a cabo el estudio, del que ha informado hoy la Universidad, los científicos construyeron una red donde cada nodo era una de las aproximadamente 150 especies de primates no humanos para las que hay suficiente información sobre su fauna parasitaria.
Cada especie de primate se conectaba con el resto en función del número de parásitos que compartían y, una vez construida, examinaron la posición de cada primate en dicha red, si era central o periférica.
Un primate es central en la red cuando está conectado de forma intensa con muchos otros primates que, a su vez, están muy conectados, apunta el científico.
Los investigadores han descubierto que los primates más "centrales" estarían más capacitados para transmitir parásitos a otras especies, y por ende al ser humano.
"Esto es análogo a la idea, en redes sociales, de páginas web que por ser centrales y estar vinculadas a muchas otras páginas, distribuyen su información a todos los confines de la red", apostilla Gómez.
Los investigadores han confirmado su hipótesis relacionando el valor de centralidad obtenido para cada primate con el número de patógenos emergentes compartidos con el ser humano.
El estudio propone un criterio sencillo para detectar potenciales agentes zoonóticos transmisores de enfermedades emergentes a humanos: la centralidad de dichos agentes en las redes de interacciones que mantienen con sus parásitos.