Jaén Paraíso Interior recibe a Ribera de Navarra antes de que empiece lo más duro de su calendario
La velocidad a la que transita la Primera División del fútbol sala español tiene semanas de auténtico ataque cardíaco. Con jornada intersemanal y desplazamiento de esos tediosos hasta Santa Coloma, Jaén Paraíso Interior se trajo una derrota que lo hace caer hasta el puesto octavo de la clasificación, con un partido menos, pero con una sensación de tener que recuperar el aliento en el compromiso del Olivo Arena ante Ribera de Navarra. Rival siempre complicado que está peleando una temporada más por la permanencia en la categoría pero al que los de Dani Rodríguez no pueden dejar escapar para poder viajar después a Murcia y Pamplona con tres puntos más en el zurrón para lograr la clasificación para la fase final de la Copa de España. La derrota en Santa Coloma ha escocido porque podía haber acercado a los amarillos un pasito más hasta su competición fetiche, pero habrá que trabajárselo más para conseguir el primer objetivo de la temporada. Además, es el partido ante un rival teóricamente inferior tiene una especial relevancia porque a los dos desplazamientos posteriores y consecutivos habrá que subrayar que llega un calendario con rivales que se van a jugar tantas cosas como los jiennenses. Con el final del mes de noviembre ante ElPozo y la visita posterior a Osasuna Magna el 7 de diciembre, lo que queda para cerrar el año es recibir al Barcelona y visitar Peñíscola. Asimismo, ya en 2025 llegará el derbi ante Córdoba, que será la antesala de los enfrentamientos ante Jimbee en Cartagena y la visita de Palma en el partido aplazado para el 17 de enero. Ahí es donde reside también lo vital de ganarle a Ribera de Navarra para poder mirar al futuro con otra cara y una sonrisa, esa que se quedó el miércoles en Santa Coloma.