El alcalde de Punta Umbría, José Carlos Hernández Cansino, ha visitado las obras que está ejecutando el Ayuntamiento costero para incorporar el solar de las antiguas casas de los maestros al patio del CEIP Santo Cristo del Mar, tras el derribo de estas viviendas en ruinas.
Ha acompañado al alcalde el director del centro, Ignacio Leiva, que ha agradecido su labor y la de su equipo de Gobierno “para solucionar un problema que llevamos arrastrando mucho tiempo y que suponía mucha incertidumbre para toda la comunidad educativa, primero por la ocupación de las casas y, después, por el estado en el que quedaron”.
Se trata de una “actuación provisional”, ha afirmado Hernández Cansino, a la espera de que la Junta de Andalucía ejecute el proyecto del edificio del gimnasio que tiene pendiente en el centro. No obstante, “desde que accedimos a la alcaldía entendimos que había que poner fin a una situación enquistada durante años por los anteriores gobiernos, para tranquilidad de las familias, el AMPA, los escolares y el claustro de profesores del Santo Cristo”.
En este sentido, el concejal delegado de Educación del Ayuntamiento de Punta Umbría, Sebastián Pomares, ha añadido que “en tan sólo dos años hemos solventado el problema de salubridad y de convivencia que afectaba a este colegio y eso es una buena noticia”.
Así, el Consistorio puntaumbrieño ha levantado un vallado perimetral similar al que ya tiene el colegio para integrar el solar ya vacío dentro del patio, “que gana en metros”, ha apuntado el regidor municipal. Además, contempla una zona ajardinada y un espacio de arena “yendo mucho más allá de nuestras competencias”.
En palabras del arquitecto técnico municipal Enrique González, las obras “consiguen mantener la limpieza y la seguridad, manteniendo la imagen del colegio con una valla que ha quedado muy integrada y una zona en la que vamos a incorporar tierra vegetal con parterres para sembrar jardines, de forma que quede un entorno mucho más agradable del que estaba”.
El alcalde ha recordado el trabajo realizado por su equipo para llegar hasta aquí, “dejando el espacio libre de ocupas, evitando nuevas ocupaciones, limpiando la parcela, demoliendo las viviendas y adecentando finalmente la parcela resultante”.
El Consistorio ejecutó el derribo tras haber requerido a la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía mediante Orden de Ejecución la demolición de las antiguas casas de los maestros y que concluyera el plazo establecido sin que se atendiera dicho requerimiento.
