Se hablaba de Stephen Dorff o de los protagonistas de Balada triste de trompeta, Carlos Areces y Antonio de la Torre, para beber mañana de la Copa Volpi en una edición en la que los buenos papeles masculinos han escaseado.
Pero el último cartucho que tenía guardado el festival era alguien que, desde Entre copas, sabe mucho de recipientes para el vino. Paul Giamatti, ese hombre normal, volvió a llenar de matices, brillos y sombras a aquellos que nunca llamarían la atención.
En este caso, su personaje se llama Barney Panofsky y es “un romántico frustrado, lo que hace que a veces se convierta en alguien muy dulce y otras sea un bastardo, en un grano en el culo”, resumió este intérprete de origen italiano.
Barney's Version, basada en una novela de Mordecai Richler y dirigida por Richard J. Lewis -un fijo de los créditos de serie “CSI”-, recorre 30 años de la vida del protagonista, cuya imperfección es tan real y reconocible que acaba consiguiendo, pese a todo, el favor e incluso la lágrima del espectador.
Por su vida de judío nada ortodoxo pasan tres esposas -entre ellas Minnie Driver y Rosamund Pike-, un padre -interpretado por Hoffman- y un buen amigo que crean un tapiz tragicómico que deja un estupendo sabor de boca.