El Ayuntamiento de Ronda y la empresa concesionaria de la zona azul, Smart Traffic, decidirán esta semana en una reunión que pretende ser “definitiva” cómo será gestionado finalmente este espacio de aparcamientos regulados, tras los numerosos problemas generados por un sistema de control y pago que fue objeto de numerosas quejas y críticas ciudadanas, y que llevó incluso a la alcaldesa de la ciudad, Mari Paz Fernández, a soltar una sonora crítica sobre sus continuos errores.
Según confirmó a RONDA SEMANAL el concejal de Tráfico, Antonio Arenas, para la semana que entra se ha fijado la reunión de la que debe salir el acuerdo definitivo con la empresa en torno a la gestión de esta zona. Sin que el edil revelara el contenido de la propuesta que llevará a ese encuentro el Ayuntamiento, admitió que el cambio de los parquímetros es una de las exigencias, como ya se anunció hace meses. Afirmó que en pocos días, si hay cuerdo, los parquímetros serán renovados, para pasar a ser los que existen en cualquier otra ciudad.
“No hemos dejado de trabajar en este asunto desde que decidimos que el sistema no había logrado consolidarse”, explicó el edil. Arenas insinuó que el Ayuntamiento ha tenido que emplearse a fondo en su negociación con la empresa, puesto que cambiar el sistema requiere cambiar un contrato firmado por ambas partes, por mal que acabara resultando la gestión. Hace meses, cuando en noviembre el Ayuntamiento anunció que liquidaría ese ‘inteligente’ pero fallido sistema de control, ya Arenas quiso agradecer “la flexibilidad” por parte de dicha empresa, y planteó unas “necesidades del servicio que ahora son radicalmente distintas a las iniciales”. Al final, según subrayó el responsable municipal de Tráfico, “el objeto de todo este trabajo que estamos realizando no es otro que ofrecer el mejor servicio posible a los rondeños”.
FALLIDO SISTEMA
Aunque el sistema de control de la zona azul se anunció como el más inteligente y novedoso de cuantos pudieran implantarse en uno de estos espacios regulados, lo cierto es que acabó generando cientos de multas, muchas de ellas erróneas, y no pocos quebraderos de cabeza por esto y por sus errores al equipo de Gobierno: “Nos los vendieron como los mejores del mundo y siempre están estropeados. Se van a cambiar y se acabaron los problemas”“, llegó a decir en un pleno la alcaldesa.
