El año que termina en lo social estuvo marcado por las jornadas deparo en el transporte que llegaron también a la provincia. Fue una semana en que cambió todo el panorama habitual quedando muchos supermercados desabastecidos, en especial de productos frescos. Finalmente la cuestión se arregló pero queda toda la huella de lo sucedido.

Así, entre otras acciones, los transportistas colapsaron  la Bahía de Cádiz y buena parte de la provincia con caravanas con un centenar de cabezas tractoras desde Jerez y Chiclana hasta la capital. La protesta contra la subida del precio del combustible, que no por anunciada tuvo menores consecuencias, motivó la circulación lenta de los conductores por la carretera nacional, lo que provocó importantes retenciones, especialmente en los accesos a la capitala su paso por el puente José León de Carranza.

Los transportistas accedieron a la ciudad, con una sonora pitada, por la Zona Franca para posteriormente tomar la avenida Juan Carlos I, donde ocuparon prácticamente por completo uno de sus carriles desde la rotonda de San Severiano hasta las inmediaciones del estadio Ramón de Carranza.

La Policía Local de Cádiz estableció un dispositivo de tráfico especial para minimizar el impacto de la protesta. No obstante, se les impidió la circulación por la carretera de Astilleros, con la intención de llegar hasta el muelle pesquero, ya que el colapso circulatorio hubiera sido mayor. No obstante, las protestas siguieron y llegaron a las grandes ciudades.

Droga

En cuanto a la droga, las incautaciones, en especial de hachís aumentaron así como la eficacia de los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado.
En total se llevan aprehendidos más de 100.000 kilogramos de hachís en diferentes operaciones desarrolladas en la provincia de Cádiz.

Entre otras operaciones destacadas se encuentra la  realizada a finales del mes de julio, tuvo lugar cuando agentes de la Guardia Civil pertenecientes a la Oficina de Análisis e Información Fiscal interceptaron un semirremolque procedente de Tánger (Marruecos) que declaraba transportar sandías y transportaba un total de 19.440 kilogramos de resina y polen de hachís.

Otra operación destacada se desarrolló a finales de julio en Sanlúcar de Barrameda, donde la Policía Nacional desarticuló una organización dedicada al tráfico de hachís en una operación en la que se detuvo a nueve personas, incautaron 4.200 kilos de hachís e intervinieron 1.200.000 euros y dos lanchas en las que transportaban la droga. Según indicó la Policía, el grupo desarticulado tenía ramificaciones en  Algeciras y Rota, en Torremolinos (Málaga), en Ceuta y en Puebla del Río (Sevilla).

También citar la operación del 5 de agosto en el puerto deportivo de Sotogrande, donde se intervino “más de una tonelada de hachís”, según informó la Guardia Civil, y varias personas fueron detenidas, resultando herido de bala un presunto narcotraficante durante el dispositivo. Además, que uno de los detenidos es un guardia civil en prácticas destinado al puesto de Los Barrios. También se detuvo a dos narcotraficantes ceutíes.
También citar la realizada por Vigilancia Aduanera en mayo, en la que aprehendieron 3.090 kilogramos de hachís a bordo de una embarcación que fue interceptada en un recodo del Guadalquivir conocido como Caño de la Esparraguera, en el término municipal de Sanlúcar de Barrameda.  

Precisamente el año acaba con el refuerzo de medidas especiales en Sanlúcar y la desembocadura del Guadalquivir después de la alarma social generada en la zona con el incremento del tráfico de drogas. Un nuevo grupo Greco de la Policía en Sanlúcar -el tercero de la provincia- y ampliar el SIVE fueron las medidas adoptadas desde Interior.