El Consejo de Ministros aprobó este martes la primera partida para la modernización de las cinco fragatas F-100 de la Armada, con una inversión inicial de casi 14 millones de euros para la actualización del procesador del sistema de radas SPY de los buques, y que cuenta con un presupuesto tal de 2.000 millones de euros en varias anualidades para las Álvaro de Bazán, Almirante Juan de Borbón, Blas de Lezo, Méndez Núñez y Cristóbal Colón.
Los trabajos se llevarán a cabo en factoría de Navantia de Ferrol, porque el Ministerio de Defensa sostiene que es donde se construyeron las cinco unidades.
A estas actuaciones hay que sumar, igualmente, la modernización exhaustiva de los buques de asalto anfibio Galicia y Castilla, por cien millones de euros en el astillero gallego.
Asimismo, el Consejo de Ministros de ayer dio luz verde a la orden de ejecución para el diseño y construcción de un buque de aprovisionamiento, el BAC II, por 703 millones de euros, y que, del mismo modo, beneficiará al astillero de Ferrol.
Las decisiones del Gobierno se toman en plena polémica por la “decepcionante” reunión mantenida por el presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, con los representantes de los comités de la Bahía de Cádiz este martes, con motivo de la botadura de del patrullero de altura que la empresa pública ha construido para la Marina Real de Marruecos en San Fernando.
Las plantillas advierten de “las decisiones políticas que afectan a la distribución de los trabajos” y se extiende la convicción de que la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, juega un papel fundamental en la defensa de Ferrol, de donde es natural, y su padre fue un histórico de la lucha obrera en el astillero gallego en detrimento de la provincia gaditana.
Por ello, demandan que la factoría isleña se consolide como referente para la construcción de buques militares de pequeño y mediano porte, se asigne producto militar propio al astillero de Puerto Real y, por último, Reparaciones Cádiz-San Fernando cuente nuevamente para ejecutar las modernizaciones de buques militares, dada la experiencia con el Tofiño, Malaspina, Elcano, Navarra, Reina Sofía, Numancia o Victoria, entre otros, en lugar de beneficiar a otros centros, en referencia al gallego.
Ante esta situación, el comité de empresa de Navantia Puerto Real ha pedido recientemente una reunión con la ministra de Hacienda, la andaluza María Jesús Montero, de la que depende la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), para redoblar la apuesta por la Bahía de Cádiz.