Se habrán fijado ustedes -sobre todo las amas de casa-, que en las grandes superficies de alimentación como Mercadona. Carrefour, El Jamón, DÍA, etc…, los envases de los alimentos o el de los líquidos cuestan lo mismo, pero los gramos o los mililitros que contienen son menores, es decir, el producto que se oferta es el mismo, pero el envase contiene menos cantidad. Por ejemplo, en Mercadona, el suavizante concentrado para lavadoras que era de dos litros y se hacían 80 lavados, ahora viene con un litro 600 mililitros, es decir, 400 mililitros menos y al mismo precio. Si lo observan de cerca, comprobarán que es un envase más pequeño con la misma etiqueta del producto y sigue con 80 lavados.
Es imposible que, si antes, con dos litros se hacían 80 lavados, ahora con 1,6 litros se hagan los mismos 80. Otro ejemplo es la lata de tónica del DÍA. Antes el contenido era de 33 decilitros y ahora es de 25, 8 menos por lata. Sin embargo, el precio es el mismo que cuando contenía mayor cantidad. Esta es una práctica habitual que hacen las grandes distribuidoras de alimentación engañando a los consumidores con publicidad falsa y encubierta. Vamos, gato por liebre.
Esto se llama técnicamente “reduflación”, que es una práctica en la que las empresas reducen la cantidad del producto en un envase, pero mantienen el mismo precio. En otras palabras: estamos pagando lo mismo por menos cantidad. Está pasando también en los paquetes de pasta, arroz, cereales y en la menor cantidad de yogures en un pack. En las bebidas, como ya hemos anotado, disminuyendo la cantidad de líquido de las botellas o de las latas. Y la cosa llega además a los artículos de higiene personal y de limpieza. ¿Qué supone esto para los consumidores? Evidentemente una pérdida de poder adquisitivo, porque se está pagando lo mismo por menos cantidad, lo que significa que nuestro dinero rinde menos. Esta es una práctica difícil de identificar a primera vista, pues los modelos, color o forma de los envases son parecidos y, más cuando estás en un gran centro comercial y los observas colocados todos iguales en las estanterías.
¿Cuándo te sueles dar cuenta? Al llegar a casa y comprobar que el envase trae menos cantidad que el anterior. Ahí nos damos cuenta que nos han estafado ¿Qué se puede hacer? Pues los supermercados deberían advertir que el envase contiene menor cantidad y, en caso contrario, reflejar en hojas de reclamaciones lo que es una estafa encubierta. El Gobierno está trabajando en una Ley que contemple los derechos de los consumidores y se acabe con esta práctica tan abusiva.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha detectado que el 7 por ciento de los 273 productos que analiza en su cesta tipo han sufrido reduflación este año. Por eso ha denunciado a seis empresas ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Por ejemplo, ha detectado y denunciado a Pastas Gallo, Danone, Pescanova, Cola Cao, Tulipán y Campofrío haciendo reduflación. Al menos algo se mueve en esta selva de precios inflados temerariamente por las grandes empresas de alimentación gracias a las asociaciones de consumidores.
El problema es que el envase -a ojos del consumidor- tiene la misma forma, color e información que el de mayor volumen, pero las cantidades son menores. No es ético que a menor cantidad no se cambie también el envase o se modifique la etiqueta para que el consumidor pueda saber también que ha menguado el contenido. Por ejemplo, cuando un producto contiene “un 25 por ciento más”, los envases lo suelen resaltar para llamar la atención del consumidor, entonces ¿por qué no se pone igual en la etiqueta cuando merman?
Desde el Ministerio de Consumo se informa que esta práctica de bajar la cantidad de producto “es legal siempre y cuando la empresa especifique el peso exacto del contenido”, según marca el artículo 18.1 de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios (Newtral.es). Pero claro, si no cambian el envase es muy difícil detectar que trae menos cantidad. Porque lo normal es que si bajan la cantidad bajen también el precio o cambien el color de las etiquetas para identificar correctamente el producto sin engaños. A más venta más ganancia. Así que, estimado/a consumidor/a, ojo avizor y fíjese bien en el producto que compra. En las comparaciones está el ahorro y con ello evitaremos que nos estafen.