El tiempo en: Jaén

San Fernando

De polígono industrial a publicitado paraíso para practicar el sexo casual

Fadricas II se encuentra como lugar de referencia en los foros de prácticas como ‘cruising’ o ‘dogging’, encuentros casuales entre homo o heterosexuales.

Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai Publicidad AiPublicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad Ai
  • Fadricas II -

Fue concebido en el año 2007 como la gran apuesta del Gobierno del PA para la generación de más de 2.000 puestos de trabajo en la ciudad y, sin embargo, cinco años más tarde se ha convertido en un auténtico paraíso para la práctica del sexo casual, tal y como se puede comprobar en las webs de internet enfocadas a la práctica del cruising o el dogging. Se trata del denostado polígono industrial de Fadricas II, que desde hace un par de años se vende en dichos foros como un sitio ideal para los amantes de dichas prácticas sexuales.

En uno de ellos, que contiene toda la información sobre el cruising a nivel provincial, hay hasta más de un centenar de páginas de internautas que constantemente se han ido citando desde entonces en Fadricas II, al considerarse una zona de “muchas calles libres, ya que desde hace años se encuentra en construcción, y es un sitio discreto de poco movimientos de coches, ambiente gay-hetero haciendo deporte que necesitan descargar...”, fijándose como horas “ideales” las que transcurren desde el atardecer hasta la madrugada, así como por las mañanas en horario de entrada de los trabajos.

¿Qué son?
Llegados a esta punto, llega el momento de definir qué se entiende por la práctica del cruising o el dogging. En el contexto gay hispanohablante, el término cruising se define como “la búsqueda de sexo casual con hombres desconocidos, normalmente merodeando por algún lugar público al aire libre, o bien en servicios para caballeros”, mientras que en ambientes heterosexuales se suele preferir el término dogging, que está más relacionado con el exhibicionismo.

Habitualmente se hacen dos divisiones a la hora de clasificar las zonas para la práctica del cruising, aunque ambas favorecen el anonimato; las primeras son las zonas urbanas de grandes concentraciones (como puedan ser servicios de estaciones de tren, aeropuertos, centros comerciales, etc.), y las zonas apartadas como playas o bosques, estando incluido el polígono de Fadricas II en esta segunda opción.

Los analistas de este tipo de prácticas sexuales que se hacen de manera casual coinciden en señalar que, al contrario de lo que pudiera parecer, las personas que acuden a las zonas de cruising no suelen estar liberados de prejuicios, ni tampoco tienen su condición asumida. De hecho, enumeran que los sujetos que no desean visitar ambientes homosexuales son precisamente los más habituales de este tipo de prácticas, es decir, que se pueden encontrar en dichas zonas desde padres de familia, ejecutivos en viaje de trabajo, estudiantes, etc.

Actualmente en España la desnudez pública no está penada en ningún caso, y ni siquiera el sexo en espacio público puede ser motivo de denuncia. Sólo en los casos en los que haga al alcance visual de menores o deficientes mentales. Sin embargo, hay otros países como es el caso del Reino Unido, en el que sí que están penadas este tipo de prácticas sexuales.

Entre las principales controversias que han generado la práctica de este tipo de encuentros sexuales de carácter casual es que cuando se realizan en zonas que están apartadas, como es el caso de Fadricas II, rápidamente son invadidas por basuras, principalmente preservativos usados, pañuelos de papel y envases de lubricante.

También de vertedero
Fadricas II no sólo se ha convertido en los últimos años en un lugar idóneo para la práctica del cruising o del dogging, sino que dadas sus grandes dimensiones y que en la mayoría de los casos las parcelas se encuentran en un nivel por debajo de la altura habitual del suelo, es un lugar idóneo para el depósito de todo tipo de escombros a diestro y siniestro, sin que desde la Delegación de Sostenibilidad Ambiental se hayan puesto en marcha las medidas necesarias para penar este tipo de prácticas.

Basta con dar un paseo por el interior del futuro polígono para encontrarse a cada pocos metros la presencia de restos de obras, azulejos de todas las clases y basuras por doquier. En definitiva, un panorama desolador para el que se presume que, cuando pase la crisis, se va a convertir en un elemento generador de empleo, o al menos es o es lo que siempre se ha vendido desde el punto de vista político. Lo único cierto es que pasan los años y, tras su urbanización, muestra un estado de abandono preocupante, sumándose a la estela de otro de los polígonos industriales que también ha caído en desgracia como es el de Puente de Hierro.

Para hablar de Fadricas II hay que remontarse a sus orígenes y recordar que se trata de una actuación que fue impulsada por el Ayuntamiento isleño y la Empresa Municipal de Suelo (Esisa). Cuenta con una superficie de 171.000 metros cuadrados de suelo sobre el que se edificarán 91.000 metros cuadrados de techo. En cifras exactas, el proyecto inicial del polígono industrial contempla la apertura de más de 200 naves de mediano tamaño y más de diez de grandes dimensiones.

Más de 4,7 millones
Tras aprobarse los instrumentos urbanísticos, como son el Plan Parcial, el Proyecto de Urbanización y el Proyecto de Reparcelación, se inició el proceso de licitación de las obras de urbanización, llevándose la adjudicación Constructora San José de las 17 que presentaron oferta. A partir de ahí, se invirtieron más de 4,7 millones de euros en obras de urbanización, teniendo que aportar dinero los propietarios de los terrenos, en función de su participación, para que dicha urbanización se convirtiese en una realidad.

Cinco años después de este largo proceso, Fadricas II actualmente se ha convertido en una zona frondosa en la que la vegetación apenas deja ver los resultados del proyecto de reurbanización de la zona.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN