Y otra vez cortes de luz inesperados en la ciudad. En esta ocasión han sido interrupciones de suministro no programados y de pequeña duración, pero suficientes para ocasionar daños en equipos de cualquier índole, y no digamos en aparatos tanto eléctricos como electrónicos.
Los nuevos problemas eléctricos se han localizado en el polígono de Fadricas, en uno de los centros de transformación que la compañía Endesa posee en este espacio empresarial donde a lo largo de una buena parte del día se han estado haciendo operaciones de mantenimiento.
Quizá hasta ahí, todo normal, pero lo que no es así es que se produzcan interrupciones ocasionales de pequeños cortes y de manera repetida -y reiteramos, no programados- que para las alicaídas arcas de las empresas que se asienta en este suelo económico pueden suponer daños muy valiosos en sus equipamientos.
Si la suministradora cumpliese con los cánones y estándares de una empresa eléctrica del siglo XXI, tendría desde hace años anillos de conmutación eléctrica que garantizaran la permanencia de la electricidad sin caídas ni interrupciones ocasionales, como desgraciadamente se producen con demasiada asiduidad.
Los problemas eléctricos en Fadricas vienen de antaño. Desde la comunidad de propietarios que cumple en este 2021 sus primeros 40 años de historia, recoge en su triste anecdotario fallos eléctricos que en más de una ocasión supusieron la contratación de costosísimos grupos electrógenos para atender después de horas sin luz las necesidades más básicas de las empresas.
En este sentido, recuerda a Radio La Isla el presiente de la comunidad de propietarios José Ramón Arrocha, que hasta seis días ha permanecido Fadricas sin luz, subsanando la situación con generadores pagados por la comunidad, hechos que tuvieron lugar a finales de la década de los 80, pero cuarenta años después, continúan de una u otra forma.
