Latabarra ha sido de los últimos locales de hostelería en incorporarse a la milla de oro de la gastronomía jerezana en el entorno de la plaza del Caballo.
Concebida originariamente como abacería, de ahí el nombre pensado en el laterío, finalmente han acabado dándole cabida a tapas y guisos calientes.
Terraza agradable y siempre animada, los fines de semana tiran de alicientes, como los famosos arroces de Manuel García Tubío, además de actuaciones que atraen a un público joven.
Además de una curiosa ensaladilla de gambas y unas aceptables frituras de pescado, me llaman la atención los bistelitos de gamo.
Se trata de una carne de monte ligera, con un sabor intenso y muy baja en grasa y colesterol. Al provenir de animales que viven en libertad, tiene una concentración de proteínas y nutrientes superior a la de otras carnes. Con un aliño muy sutil y un empanado simple y clásico, el resultado es un plato rico y muy recomendable.
Los quesos, embutidos y latas mercen también la atención, junto con una bodega interesante.
LATABARRA. C. Paraíso, 4, 11405 Jerez, Cádiz