Jorge el filipino fue una de las figuras clave del primer restaurante chino que se abrió en Jerez, Casa Chan, en la urbanización El Bosque.
Su profesionalidad, amabilidad y eficacia no pasaron desapercibidas para la clientela, que años después le siguieron cuando decidió montar su propio negocio relativamente cerca, ya que sólo había que cruzar el parque González Hontoria.
Mucho más modesto, pero con platos que recuerdan al ya desaparecido restaurante del señor Chan, Mar Ali lleva ya varios lustros consolidado en uno de los locales de la llamada milla de oro de la gastronomía jerezana.
En lo que anteriormente fue el bar La Espuela, en la calle Comandante Paz Varela, Mar Ali se convirtió en un pequeño restaurante con pocas mesas especializado en cocina filipina.
Allí encontramos platos típicos como la lumpias, pero también un interesante sandwich club, arroces, tallarines y otras recetas más condimentadas. El punto y el sabor de los platos me recuerdan mucho al Casa Chan, donde de impartía magisterio de la cocina asiática, que no es poco.
Me resulta difícil quedarme con un plato solo, pero apuesto por el arroz frito con atún picante. En un solo plato se despeja cualquier duda acerca de la calidad del arroz frito tres delicias hecho allí mismo y del aderezo del guiso de atún picante casero.
Con Jorge ya jubilado hace dos años, su familia sigue ahora su estela con acierto.
RESTAURANTE MAR ALI. C. Comandante Paz Varela, 1, 11405 Jerez, Cádiz.