El defensa Castillo, que está lesionado y pertenece al Atlético Sanluqueño, está pendiente de comprobar si el Milán pone en marcha una escuela de jóvenes talentos en Jerez de la Frontera. Ahora mismo todo está en un compás de espera y el jerezano desconoce el cargo que ocuparía en este proyecto llegado el caso. Dicha escuela, idéntica a la que el club italiano tiene en Madrid, haría un seguimiento especial de jugadores que militan en clubes de Cádiz, Sevilla y Málaga.
El zaguero, que está lesionado, tiene claro que “me gustaría trabajar con la cantera cuando cuelgue las botas. De momento, no sé que es lo que pasará conmigo, sólo sé que pertenezco al Atlético Sanluqueño. Quiero recuperarme lo más pronto posible y no sé si jugaré más esta temporada porque he dado un paso hacia atrás en mi recuperación. Me da coraje que el percance lo sufrí en una acción estúpida porque si hubiera llegado al balón un segundo antes o después ante el jugador del Cacereño en El Palmar seguro que ahora mismo estaría disputando partidos. Soy profesional y estoy de baja laboral”.
Del último partido disputado, que fue ante el Sevilla Atlético en El Palmar, señala que “fue una pena. Llevamos el peso del partido e hicimos una gran primera parte. Después pagamos un poco el desgaste físico”. De su futuro como futbolista hace constar que “tengo la rodilla fastidiada. Quiero hacer una vida normal y jugar antes de que llegue el día en el que tenga que retirarme. No quiero retirarme de esta manera y sintiendo impotencia en la grada porque no puedo jugar. Lo estoy pasando regular porque llevo muchos años en el fútbol y no me merezco esto, Me planteo ser entrenador en un futuro”. Y si lucha por seguir adelante es porque “mis dos niñas, mi mujer y mi hija, hacen que merezca la pena seguir luchando”.
