La provincia de
Sevilla ha cerrado el mes de mayo con 146.721 personas desempleadas, la cifra más baja desde septiembre de 2008, según ha valorado el
subdelegado del Gobierno, Francisco Toscano. Esta caída representa un descenso mensual de
3.318 personas (-2,21%) y una bajada interanual de
13.161 parados menos (-8,23%). Además, la
afiliación a la Seguridad Social ha alcanzado un récord con
839.754 personas inscritas.
Toscano ha resaltado que bajar de los 150.000 parados “
evidencia el buen funcionamiento de las políticas públicas del Gobierno”, así como la
mejora en la calidad del empleo, destacando que
el 40% de los contratos firmados en el primer trimestre fueron indefinidos.
La
caída del desempleo ha sido generalizada en todos los sectores, con especial impacto en el de
servicios, donde se han registrado
2.159 parados menos. Además, la contratación ha crecido en mayo con más de
68.000 contratos registrados, lo que supone un aumento del
23,5% respecto a abril.
Sindicatos alertan sobre la precariedad laboral
Desde los
sindicatos, se ha recibido positivamente el descenso del paro, aunque con reservas.
Jorge Carlos Lebrón, de
CCOO, ha advertido de una
“crisis de condiciones laborales” y ha lamentado que se hayan producido
tres muertes en el trabajo durante el mes. “
No hay crisis de empleo, hay crisis de condiciones laborales”, ha declarado.
La
UGT, por su parte, ha vinculado la bajada del paro a
factores estacionales como el turismo y la campaña agrícola, aunque ha advertido de la
persistente precariedad en el sector servicios. También ha subrayado que el desempleo “
tiene nombre de mujer”, ya que
seis de cada diez personas desempleadas son mujeres. La organización ha reclamado que se avance este año en la
reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales.
El empresariado defiende el papel del sector privado
Por su parte, la
Confederación de Empresarios de Sevilla (CES) ha atribuido los buenos resultados al
compromiso del tejido empresarial y ha reclamado
estabilidad para la inversión. Su presidente,
Miguel Rus, ha defendido que “
solo desde la colaboración entre empresas, administraciones y agentes sociales podremos construir un mercado laboral más sólido y sostenible”.