Agentes de la Policía Local de Sevilla han salvado la vida de una menor de cuatro años en estado semiinconsciente, motivado por una fiebre alta, a raíz de su rápido traslado hospitalario en un vehículo patrullero, circusntancia que permitó que no hubiera que lamentar peores consecuencias. "No hizo falta reanimarla por la celeridad con la que actuamos".
Así lo expresa Alejandro Morillo, oficial de la Policía Local, que intervino en el dispositivo, en declaraciones a los medios. Los hechos ocurrieron poco antes de las 18 horas del pasado sábado, en un alojamiento turístico del entorno de Santa Catalina, en pleno centro de Sevilla, cuando la familia de la niña, que venían de Madrid para pasar unos días en la ciudad, vio "cómo la menor se deplomaba en el interior de la vivienda y llamó a los servicios de emergencias 112".
Agentes de la Policía Local se desplazaron hasta ese lugar tras recibir una llamada del Centro de Control de Transmisiones avisando de que una menor estaba sin respiración. "Cuando llegamos allí, vimos que sí respiraba, pero que se hallaba semiinconsciente, por lo que, junto al oficial, decidimos trasladarla en un patrullero, para no perder ni un segundo, al Hospital Virgen del Rocío, al que llegamos en tan solo cinco minutos a pesar del tráfico a esta hora de la tarde", destaca Agustín Torremocha, uno de los primeros agentes en acudir al auxilio.
A partir de ese momento, se formó un dispositivo con tres vehículos de la Policía para propiciar que el traslado se llevara a cabo en el menor tiempo posible. Además, el centro hospitalario fue alertado y "ya nos estaban esperando a las puertas del hospital", comenta el agente. "Cuando salieron los padres y nos dijeron que la niña estaba bien, tras hablar con los médicos, te relajas y piensas que has hecho tu trabajo y te sientes orgulloso y contento", añade.
Los agentes que intervinieron en el dispositivo fueron este domingo a visitar a la menor para interesarse por su estado de salud y llevarle, de paso, dibujos y pegatinas relacionadas con la Policía Local. "Estaba cansada, pero ya bien", comenta el oficial del Cuerpo.
Ambos agentes coinciden a la hora de señalar que este tipo de actuaciones también forman parte del día a día de la Policía. "La gente tiene que confiar en nosotros. Nuestro trabajo no se reduce a poner multas, sino a corregir infracciones. Nuestra labor es estar con el ciudadano y atenderlo en lo que necesite".