El Señor de las Penas ha sido
sometido a una enorme restauración en los últimos meses a manos de Fernando Aguado, quien ha conseguido limpiar a la perfección el rostro del Señor devolviendo la luminosidad de su policromía original.
Sobre los trabajos que se han realizado de manera urgente, Aguado explica que lo más necesario
era una restauración de "la peña", sobre la que apoya su mano el Señor de las Penas, porque "cuando el Señor pasa a ser una imagen que no está en el convento y ya es procesional,
se le reacondiciona la peana, se completa y está hecha a gajos y había trozos sin cola con un color negruzco y he tenido que recuperar el color verdoso, propio de una roca".
En este sentido, el Señor había sido
restaurado anteriormente por Barbero, la cual fue una intervención que
intentó "frenar esos desprendimientos de la peña, para reforzar las piezas que estaban mal", sin embargo, Aguado explica que "al Señor no se le limpia porque
Barbero simplemente le pinta la nariz que estaba desconchada", añadiendo además que "no hay ningún documento que hable de que el Señor se ha limpiado en ningún momento y yo
estoy convencido de que nunca se ha limpiado, lo que tenía era suciedad, barniz y repintes, pero conservaba toda su policromía original y al no tener uso como imagen procesional, posiblemente
no tenía ese desgaste que sí podrían tener otras".
Vuelve a ver la entrevista a Fernando Aguado
en el último programa de La Pasión.