La política municipal no es ajena a la nacional y no ha podido hacerse más evidente que en la sesión plenaria ordinaria de este jueves, donde los escándalos de corrupción que salpican al PSOE han inundado el ámbito municipal y con peticiones expresas y algunas otras más veladas para que termine el ciclo de Pedro Sánchez al frente del Gobierno central, todo con el trasfondo del retraso en las obras del puente del Centenario y el desplante de los socialistas, cuyos concejales se marcharon del pleno en protesta por la pregunta que Vox hacía al alcalde sobre el asunto.
La sesión plenaria transcurría entre la monotonía de las quejas de la oposición por los quince expedientes de modificaciones presupuestarias y las interrupciones que los empleados municipales provocaban con sus pancartas y lemas, desalojos incluidos, para pedir más policías locales, cubrir las vacantes o más limpieza en los colegios. Los cuatro primeros desalojos, resueltos sin incidentes, eran la antesala de la protesta sindical a las puertas del Pleno, pero no alteraron el ritmo plenario.
Pero sí que el ambiente se iba poco a poco enrareciendo en las intervenciones, con puyas puntuales a los comentarios faltones, con referencias a que ya lo hacía el PSOE de Vox cuando la oposición criticaba al PP por “reprogramas su propio presupuesto” con las modificaciones presupuestarias o invitaciones a que “hagan como Abascal” porque las críticas se repetían en cada uno de los puntos, inusualmente no agrupados como en otras ocasiones al principio de la sesión, al afectar a diferentes áreas y estar destinados en la mayoría de los casos a pagar deudas bancarias.
Comisiones y prostitutas
Irrumpía el portavoz del PSOE, Antonio Muñoz, para criticar la “improvisación” del Gobierno de José Luis Sanz con tantas modificaciones que muestran que el presupuesto no tenía “un objetivo claro” y cuestionaba a Vox “facilitarles todo por un chiringuito antiabortista”, pero la respuesta del alcalde ya avisaba los derroteros que tomaría el Pleno: criticaba directamente que le preocupara el presupuesto pero “el PSOE no haya explicado por qué el dinero del puente del Centenario se lo gastaban en comisiones y prostitutas”.
Con la caña lanzada, las bancadas de la derecha y de la izquierda se calentaron y hasta el edil socialista Francisco Javier Páez soltó en varias ocasiones que, a los corruptos, “se pudran en la puta cárcel” y que “lecciones, las justas”. El punto álgido llegó con la pregunta de Vox al alcalde sobre el informe de la UCO, la trama Koldo-Ábalos-Cerdán y la incidencia en proyectos de Sevilla, especialmente el puente del Centenario, eternizado en sus retrasos.
La ausencia del PSOE
Muñoz intentó que se retirara la pregunta, por no ser de ámbito local. El presidente del Pleno, Manuel Alés, no lo admitió porque no daba tiempo a “responder con garantías”. Y antes de que la portavoz de Vox, Cristina Peláez, tomara la palabra, los socialistas se ausentaron del salón.
Sin oposición, Peláez se explayó en sus críticas al PSOE y al Gobierno de Pedro Sánchez y aprovechaba para pedirle directamente a Sanz que instara a su partido a romper cualquier relación con los socialistas, incluso en Europa.
De “lamentable y grotesco” tachaba la situación el alcalde, que aunque negaba que la corrupción estuviera instalada en el PSOE, “son cuatro presuntos delincuentes que se colaron, ganaron y han intentado desmontar el estado de derecho”. “Duele”, reconocía, que la trama afecte a Sevilla y que “gracias a mordidas de esa obra se pudiesen pagar su nivel de vida e incluso prostitutas”.
Y le pedía explicaciones directamente al PSOE de Sevilla, porque cuando se calla durante tanto tiempo “parece que se es cómplice”, apuntando que “no sé si las toneladas de fango salían de Ferraz al Palacio de la Moncloa o de Moncloa al PSOE pero sí que estaba en el Peugeot”, aunque la portavoz de Vox sí que se explayó más y sí que generalizó la corrupción del PSOE y sacó a colación la declaración como investigada de la concejal socialista Natalia Buzón por su contratación en la Faffe.
Las críticas de la bancada de la derecha también alcanzaron a los miembros de Con Podemos-IU, en concreto a Ismael Sánchez, a quien Sanz directamente le espetó que “forman parte de la coalición, sus votos son imprescindibles para que este señor (en referencia a Pedro Sánchez) siga adelante”, aunque el representante de IU no se achantó y le recordó que “el único partido condenado por corrupción en el Congreso es el suyo”.
El Pleno continuó, con rifirrafes continuos y varias expulsiones más (con insultos graves a la delegada de Limpieza, Evelia Rincón), y se cerraba el capítulo del Gobierno central con la moción del PP que pedía el cese del ministro de Transportes, Óscar Puente, para que asumiera “responsabilidades” por el caos ferroviario en Santa Justa con el único apoyo de PP y Vox.
Los últimos desalojos fueron los de los vecinos, pancarta en mano, de Barrios Hartos, tras la moción de IU que reclamaba actuaciones para evitar los apagones.