El último programa de La Pasión abordó un interesante debate en torno al uso de potencias en los crucificados, a raíz de la imagen del Cristo de las Almas, titular de la Hermandad de los Javieres. La conversación entre Reyes Pro y el escultor Juan Manuel Miñarro reflejó distintas posturas, tanto desde el punto de vista teológico como estético.

Para Reyes Pro, el asunto es claro: “Para mí, un Cristo debería de tener siempre potencias”. Defendió su postura desde la dimensión simbólica, explicando que las potencias representan las tres facultades del alma de Cristo –memoria, entendimiento y voluntad– y que, por tanto, tienen una justificación doctrinal que va más allá de cuestiones formales o visuales.

Miñarro, por su parte, recordó que hay casos documentados de Cristos procesionando tanto con como sin potencias. “He visto al Cristo del Amor con potencias”, apuntó, subrayando que la presencia de potencias o corona es una decisión reversible y variable en función del momento litúrgico o la estética adoptada por la hermandad. En su reflexión final, Miñarro añadió que “todas las cabezas admiten potencias” y que “la hermandad debe definirse por una línea clara y coherente” en esta cuestión. También comentó que la actual corona de espinas del Cristo de las Almas podría ser sustituida sin conflicto, ya que “la imagen fue concebida sin ella”.

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